Los colores que más pintan
Desde su nacimiento en 1982, la empresa Euroclor tiene una obsesión: la calidad. Esta apuesta se traduce de manera especial en reducir la cantidad de disolvente que incorpora la pintura industrial. Su vocación por las pinturas tecnológicamente avanzadas y que contaminan muy poco permite a la firma situarse entre las tres empresas del sector más importantes de Euskadi. La pintura industrial se compone de productos sólidos y volátiles. Entre estos últimos predominan los disolventes, cuyo poder contaminante es muy alto. El gran reto es aumentar el contenido en sólidos en la pintura y, con el tiempo, sustituir el disolvente por agua. Es decir, que la pintura sea hidrosoluble. Así, se puede disolver en agua, no huele, no contamina, no es tóxica y se puede emitir a la atmósfera porque no contiene disolventes. Ése es el futuro y la UE ya ha puesto una fecha para conseguirlo: el año 2005. Euroclor no quiere quedarse atrás y por eso dedica el 50% de su producción y sus esfuerzos a las pinturas tecnológicamente avanzadas, como la hidrosoluble. Pero de momento esta pintura no ha conseguido llegar hasta campos muy específicos en los que esta compañía alavesa domina una parte importante del mercado vasco, como la pintura de las piezas de automóvil o de los cuadros de las bicicletas. "Hay sectores", explica el gerente y uno de los tres socios de la empresa, Félix Preciado, "en los que hemos conseguido ya pintura hidrosoluble. Pero se trata de campos donde el nivel de exigencia no es muy alto". Dentro de los productos especiales, Euroclor también trabaja en la pintura antifuego, con resistencia dieléctrica para el recubrimiento de cisternas que contengan combustible y las pinturas que han de estar en contacto con alimentos. Otro 20% de la producción lo dedica al diseño de los colores de los cuadros de bicicleta. Hace tres años, Euroclor destinaba un 50% de su venta a este campo, pero los reveses sufridos por las empresas de este sector le han hecho diversificar más su producción. La pintura de estructuras metálicas, de contenedores, cisternas y silos se lleva un 10% de las ventas. Otro 10% va a parar a las grúas y maquinaria de elevación y el 10% restante se reparte en cerrajería, plásticos y maquinaria agrícola. En conjunto, Euroclor se ha hecho en 16 años con el 30% de la cuota de mercado de pintura industrial del País Vasco. Su facturación ha aumentado un 25% este año. De los 750 millones de pesetas de 1997 ha pasado a mil millones en 1998. De momento, Félix Preciado no se plantea la internacionalización y concentra el 100% de la ventas en el mercado vasco. El empleo también ha aumentado de manera progresiva, año tras año. De los cuatro trabajadores con que Euroclor comenzó su andadura en 1982 ha pasado a la actual plantilla de 24 personas. Cuatro han entrado nuevas este año y ya son fijas en la empresa. "La perspectiva", recalca Preciado, "es seguir creciendo y aumentar el plantel".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.