Tradición centenaria

Si algo no le falta a Euroclor es tradición familiar en el negocio de la pintura. Aunque su fundación se remonta a 1982, cuando los hermanos Félix y Roberto Preciado se unieron a su primo Iñaki Preciado para fundar la empresa, sus padres, sus abuelos y hasta su bisabuelo ya se dedicaban a la pintura. Así, el negocio comienza con Dionisio Preciado, una mezcla de alquimista e inventor que en 1888 funda en Salvatierra -un pueblo de 4.000 habitantes a 26 kilómetros de Vitoria- Hijos de Preciado. "Mi bisabuelo", certifica Félix Preciado, "fue el primer fabricante de pinturas en el País Vasco". Hijos de Preciado inauguró la tradición industrial en Salvatierra. Dinamizó el tejido económico del pueblo y de la comarca. Después llegarían otras fábricas, como la de Julián López de Heredia, dedicada a los curtidos. Hijos de Preciado mantuvo la producción de manera ininterrumpida desde 1888 hasta la guerra civil. De 1936 a 1941 cerró sus puertas. Ha sido el único parón en toda su historia. Félix Preciado empezó en la empresa familiar en 1977. Al cabo de cinco años se dio cuenta de que la compañía se le había quedado pequeña y fundó Euroclor junto a su hermano y su primo. Querían explorar la creación de nuevos productos. Así, se rompió la rama familiar. Ahora, Hijos de Preciado y Euroclor conviven en el polígono industrial de Salvatierra, separados por apenas 500 metros. Los tres socios de Euroclor entendieron desde el principio que la pintura sería su profesión y su vocación. "Hemos mamado en casa el mundo de la pintura. Tanto mi hermano como yo nos hemos dedicado a la química, que es lo que nos gusta. Es como si hubiéramos asumido desde siempre que la pintura iba a ser nuestro futuro", señala Roberto Preciado, que se responsabliza de la fábrica y del sistema de producción. Tres pabellones Con el paso de los años, Euroclor ha ido creciendo. Aunque físicamente siempre ha estado en el polígono Litutxipi de Salvatierra, ha ido variando de ubicación dentro de la zona industrial a medida que aumentaban sus necesidades. Sus instalaciones constan de un edificio destinado al laboratorio y a oficinas -que ocupa unos 600 metros cuadrados- y tres pabellones que constituyen la fábrica y suman 3.500 metros cuadrados. El actual laboratorio, destinado a la investigación de los productos especiales y las pinturas más avanzadas en el aspecto tecnológico, data de hace un año. El gerente de Euroclor es consciente de que es la piedra sobre la que se asienta toda la estructura de la empresa. Los productos que ha ido lanzando al mercado han obtenido el refrendo de los laboratorios más importantes de España. Como ejemplo de su apuesta por la implantación de sistemas de calidad, AENOR le concedió en julio de 1997 la certificación ISO 9001 que acredita este esfuerzo.