España endurece el control en la verja de Gibraltar por el acoso a los pescadores

España endureció ayer los controles en la frontera de Gibraltar para responder al hostigamiento al que las autoridades del Peñón someten a los pescadores de cerco de las localidades gaditanas de Algeciras y La Línea de la Concepción. Los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que prestan servicio en la aduana de la Roca recibieron la orden de intensificar los controles a los vehículos que se disponían a entrar o salir de la colonia británica. El celo de los funcionarios provocó colas de personas y vehículos a ambos lados de la verja.El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Miguel Osuna, aseguró que los controles se han intensificado para evitar las grandes entradas a España por esa frontera de tabaco rubio ilegal y hachís. No obstante, Osuna reconoció: "Esta acción del Gobierno español se puede entender como una primera medida de presión hacia el Gobierno de Gibraltar, por su actitud en el conflicto pesquero, ya que el propio ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, ha hecho manifestaciones en este sentido".

El primer día de férreos controles en la frontera gibraltareña provocó largas colas de vehículos en la avenida de España de La Línea, que llegaron a alcanzar, según fuentes de la Policía Local, más de dos kilómetros. La Guardia Civil aseguró que en algunos momentos del día las esperas para poder cruzar la frontera llegaron a ser de hasta cinco horas.

Medidas económicas

El subdelegado del Gobierno en Cádiz manifestó también que "el próximo día 6 de octubre se desplazará a Algeciras el director general para Asuntos de Europa y América del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Rodríguez Spiteri, con quien se analizarán nuevas medidas que podría adoptar España para hacer un mayor daño incluso a la economía gibraltareña que el que puedan causar los controles exhaustivos en la verja". Entre estas medidas, como ya anunció Osuna, se encuentra la de impedir operar en España a las entidades financieras que posean capital gibraltareño. "Ya se ha hablado con los servicios internos del Banco de España, aunque la decisión es del Gobierno", agregó Osuna.Tras el refuerzo de los controles en la verja ahora preocupa lo que puedan hacer las patrulleras de la policía gibraltareña cuando los pescadores españoles salgan a faenar, puesto que cualquier tipo de enfrentamiento puede agravar la situación en la zona. Por ello, el representante del Gobierno central en Cádiz apuntó ayer que una mayor presión sería "una provocación más y una total falta de sensibilidad de los gibraltareños hacia sus vecinos del Campo de Gibraltar".

El alcalde de La Línea, José Antonio Fernández Pons, del PP, se apresuró a enviar ayer una misiva al ministro Abel Matutes en la que, entre otras cosas, afirma: "A pesar de estar plenamente convencido de la equivocada y provocadora postura de los responsables políticos de Gibraltar en el conflicto pesquero y en otros que atentan gravemente a las buenas relaciones de vecindad, la postura española no deberá perjudicar a los habitantes de este municipio".