Sancionado un profesor que expulsó a los alumnos que no hablaban catalán
Josep Palou, profesor de un instituto de secundaria de una barriada de Palma, significado por sus posiciones independentistas y partidario de una vía radical para la normalización del catalán, ha sido sancionado con dos meses de suspensión de funciones, cambio de destino y de residencia. El docente fue expedientado tras echar de clase a los alumnos que no hablaban catalán.
El Gobierno balear le considera autor de falta de obediencia, atentado grave a la dignidad de los funcionarios y grave desconsideración con los compañeros, superiores y subordinados.
El pasado mes de marzo, un grupo de alumnos denunció la actitud del profesor y recibió el apoyo de la dirección del centro. El instituto vivió dos jornadas de movilizaciones de alumnos y parte del profesorado.
Palou tachó de "censores" y "policías españoles" a los responsables del colegio porque no le permitieron que hiciera proselitismo de sus postulados políticos e idiomáticos en el centro. El sancionado ha negado que reprimiera a los alumnos castellanos parlantes ni que les obligara a hablar en catalán. "La Constitución no me lo permite", dijo ayer, "contrariamente a lo que sucede en Madrid donde se obliga a usar el español".
El activista que militó hasta su expulsión en Esquerra Republicana de Catalunya, articuló una campaña política en 1996 centrada en la reivindicación de las metáforas Barco de rejilla (un barco de imposible navegación cuyos pasajeros naufragarían) y Foca forasters. Estas expresiones de rechazo a los inmigrantes y residentes contrarios al uso generalizado del catalán generaron una amplia reacción social condenatoria.
