García de la Concha atribuye a los poetas del 27 una renovación integral

El secretario de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, recuerda una afirmación que Dámaso Alonso hizo en 1948: "Más que la denominación de Generación del 27 tiene importancia la obra literaria y el autor". El académico señaló, en un curso sobre los poetas del 27 que se desarrolla en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, que las obras de estos autores se inscribe en un movimiento de "renovación integral".

García de la Concha dijo que la polémica, recientemente avivada, sobre la denominación de dicho grupo de poetas es una discusión estéril y deriva de un debate nominalista. "Cuando hablamos de esta generación nos estamos refiriendo a un tiempo histórico determinado, que puede ir de 1920 a 1934", considera el profesor."Al margen del nominalismo, la Generación del 27 responde a un fenómeno cultural de gran importancia. No se trataba sólo de un movimiento de poetas sino de renovación literaria integral, que se inscribe dentro de un movimiento más amplio de renovación estética: el arte nuevo. De hecho, ellos se denominaban como la joven literatura. Entre los que formaban parte de este grupo, había poetas, prosistas o comediógrafos", afirmó el catedrático de Literatura en la Universidad de Salamanca.

Además de la poesía de Federico García Lorca, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, durante este curso los expertos también analizarán las relaciones de esa renovación literaria con la plástica: la pintura, la escultura y la música.

Se dice mucho que la Generación del 27 fue un montaje de amigos y a esa acusación de algunos críticos responde el director de este curso: "Era un grupo de amistad específicamente literaria, acaban siendo amigos pero lo que les unía era que convergían en un interés específico por la literatura".

Las vanguardias

García de la Concha subrayó que el gran peligro de todo lo que se escribe sobre esta generación es que naufraga continuamente en la anécdota: "Hay que analizar a este grupo en relación con su dimensión europea, que es fundamental. Pocas veces la literatura española ha estado tan sincronizada con la literatura universal, como en el movimiento que esos hombres llevaron adelante: la pintura de Salvador Dalí, el cine de Luis Buñuel y la poesía de Lorca. Ha sido la generación más cercana a Europa y a sus vanguardias". Sus juegos eran propios de la vanguardia europea, añade García de la Concha.La dimensión lúdica de aquellos alumnos de la Residencia de Estudiantes de Madrid no responde, en su opinión, a un anecdotario de jóvenes, "sino a una concepción del arte como juego y del juego como factor de liberación del espíritu, una mentalidad extendida por toda Europa, por la influencia, entre otros libros, del Tractatus de Wittgenstein".