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Los ingenieros de Montes auguran "un negro porvenir" a la gestión forestal

Descontento entre los profesionales por la politización de las plantillas

La desorientación en la que se encuentra sumida la gestión forestal, según han denunciado los delegados territoriales del Ministerio de Medio Ambiente (EL PAÍS del 10 de julio) ha sido ratificada por la Asociación Nacional de Ingenieros de Montes. Su presidente, Alejandro Valladares, cree que se está politizando la dotación de plantillas, a costa de los profesionales. En esas circunstancias, augura "un negro porvenir" para los montes.

Valladares respalda así las cartas de queja que los delegados territoriales -ex delegados del disuelto Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) adscrito al Ministerio de Agricultura- han remitido al director general de Conservación de la Naturaleza, Enrique Alonso, por la pérdida de liderazgo del Ministerio de Medio Ambiente, desde que las competencias forestales se transfirieron a las Comunidades Autónomas. Esta caída del protagonismo de la Administración Central se ha evidenciado en el reciente XI Congreso Forestal Mundial celebrado en Antalya (Turquía), donde por primera vez ha estado ausente una representación española de ese nivel, pese a contar con un larga trayectoria prestigiosa en estos foros, según Valladares.El portavoz de los ingenieros de Montes reitera, como ya lo hicieron con anterioridad sus colegas del antiguo Icona, que la dotación de plazas para la gestión forestal no se ha cubierto con los profesionales que la pueden desempeñar con más eficacia, como se ha hecho en los últimos 150 años. Esta política, según Valladares, se ha practicado tanto en el Ministerio de Medio Ambiente como en las Comunidades Autónomas, aunque últimamente muestra indicios de que se va a corregir.

Valladares menciona el caso de la Sierra de Cazorla, cuya gestión se encomendó a un biólogo. "No tenemos nada en contra de estos profesionales; son científicos muy cualificados y necesarios, pero cada uno en su sitio. A nadie se le ocurre poner a un practicante en el puesto de un cirujano. En Cazorla pusieron a un biólogo cuya preparación está encaminada a la ciencia, al proteccionismo, a no tocar el monte, la fauna. ¿Qué pasó? Que surgió un brote de sarna entre la población de cabra hispánica. Las cabras no se descastaban. No se cazaban y así es cómo se originó una superpoblación que desencadenó una epidemia. El proteccionismo a ultranza no justificado es peligrosísimo. De eso se están dando cuenta algunos grupos ecologistas como Adena. El monte hay que tocarlo para conservarlo. Hay que hacer entresacas, retirar los ejemplares viejos para que los nuevos crezcan más sanos y así poder evitar las plagas. Nuestro gran reto es combatir la desertificación, evitar que el bosque retroceda".

Urge una ley básica

Cuando se refiere a que cada profesional tiene su cometido, el presidente del colegio de Montes se refiere a que los ingenieros de esta especialidad siempre se han preparado para gestionar los bosques. "Si ahora se apuesta por otra cosa que supriman esa ingeniería, que se cambien los planes de estudio, pues es absurdo preparar a unos profesionales para una tarea que luego van a ejercer otros".

Estas consideraciones fueron transmitidas al subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Claro José Fernández-Carnicero, quien se mostró "muy comprensivo", según Valladares. El jueves mantendrán una reunión con Enrique Alonso a quien trasladarán su preocupación por el desconcierto en el que se encuentran los funcionarios colegiados (la mayoría de los 2.000 ingenieros de Montes que hay en España).

El presidente de la asociación hará hincapié en la urgente necesidad de que se apruebe la Ley Básica de Montes, según el mandato constitucional. La que está en vigor es inconstitucional y no tiene en cuenta la división administrativa autonómica.

La necesidad de esta norma básica no sólo es una exigencia para encajar la gestión forestal dentro del nuevo marco constitucional. Todo el sector la reclama para que sirva de pauta orientatival a las leyes que han desarrollado las autonomías y que por su retraso en aparecer tendrá un difícil acoplamiento. Valladares también la considera urgente para abordar actuaciones frente los incendios forestales. "Los montes ni los incendios entienden de divisiones territoriales", añade Valladares. "Hasta para combatirlos hace falta esa ley que coordine la intervención".

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