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Massera, en el punto de mira del juez que investiga el secuestro de bebés

El ex almirante Eduardo Massera, miembro de la junta militar que en 1976 dirigió la matanza y desaparición de miles de ciudadanos argentinos, puede correr en breve la misma suerte que su compañero de armas, Jorge Videla, procesado por el secuestro de recién nacidos en los centros de tortura de la dictadura. El fiscal argentino Eduardo Freiler, que acompaña en Madrid al juez federal Adolfo Bagnasco que instruye una causa por el secuestro de los bebés, declaró ayer que estudia imputar al ex almirante, tras tomar declaración, en Suiza y España, a varias supervivientes de los centros de detención de la Marina. Bagnasco y Freiler tomaron ayer declaración a las testigos en la Embajada argentina de Madrid.Con la detención en Buenos Aires el pasado mes de junio del ex general Videla por el secuestro de cinco bebés desaparecidos, de los que se falsearon sus partidas de nacimiento para entregarlos a otras familias, la justicia argentina reabrió la investigación sobre los crímenes de la dictadura militar, enterrados en 1990 por el indulto del presidente Carlos Menem y sepultados bajo la ley de punto final y obediencia debida.La investigación del juez Adolfo Bagnasco y el fiscal Eduardo Freiler, se suma a la que realiza el juez Roberto Marquevich, que el pasado nueve de junio decretó el ingreso en prisión de Videla.

Bagnasco y Freiler tomaron ayer declaración en la Embajada argentina a tres supervivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los centros de detención y tortura más conocidos de la dictadura, tras hacerlo en Berna (Suiza) a otras dos ex detenidas..

"En la causa hay 35 imputados y es posible que se amplíen a los responsables directos", declaró Freiler que citó a Videla y Massera como jefes máximos de los centros en los que se secuestraba a los niños de las detenidas que luego desaparecían.

María Alicia Pirles, Norma Susana Burgos y Nilda Haydeé Orazi entregaron al juez una lista con el nombre de 15 mujeres que parieron en ese centro de detención y cuyos hijos, al igual que sus madres, nunca aparecieron.El juez Bagnasco se quejó de la falta de colaboración del juez Baltasar Garzón, que investiga desde 1996 la desaparición y muerte de ciudadanos españoles durante la represión militar. El juez argentino señaló que Garzón tardó "año y medio" en facilitarle información de la dictadura militar que obraba en su poder.

El juez tenía previsto seguir hoy recibiendo testimonios de víctimas de la dictadura.

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