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El líder de Hamás llega a Gaza con la oferta de entrar en el Gabinete palestino

El líder del movimiento integrista palestino Hamás, Ahmed Yasín, regresó anoche a su casa de Gaza. El máximo responsable de la oposición a Yasir Arafat ponía de esta manera fin al largo viaje de más de cuatro meses que se ha visto obligado a hacer por diferentes países musulmanes. Pero la policía israelí retrasó su vuelta a Gaza, donde le aguardaba una oferta de Arafat para entrar a formar parte de su Gabinete. "Somos los soldados de Hamás. Yasín eres nuestro héroe", coreaban los simpatizantes que le esperaban.

Ahmed Yasín, de 62 años, inválido y prácticamente ciego, apareció visiblemente cansado, en el puesto fronterizo de Rafha, que comparten Egipto, Israel y el territorio autónomo palestino, a última hora de la tarde, provocando una oleada de entusiasmo en los centenares de jóvenes militantes y simpatizantes del partido islamista Hamás, que le habían estado esperando durante todo el día al pie de la carretera bajo un sol de justicia. Pero tuvo que permanecer en territorio egipcio, a causa de la inspección israelí. A primera hora de la noche a ayer aún no había logrado entrar en Gaza.Un enviado especial de tercera categoría, el responsable del Ministerio de Comunicación palestino, Imad Faluji, acudió recibir a Yasín, mientras los gritos de los jóvenes seguidores arreciaban y otros repetían sin cesar la consigna de los integristas "Alá es grande".

Yasín vuelve a Gaza con los bolsillos llenos de dinero, entre 50 y 200 millones de dólares (entre 750 y 3.000 millones de pesetas), según diversas y dispares fuentes palestinas, procedentes de las donaciones efectuadas por los líderes de una docena de países musulmanes amigos, donde ha permanecido durante estos cuatro meses de forzado exilio.

El dinero recogido por Yasín le servirá, sin duda, para reforzar y restablecer la estructura del movimiento social y caritativo de Hamás, pieza fundamental de la organización política integrista y banderín de enganche de toda su militancia, que ha venido siendo desarticulada mano a mano por las autoridades israelíes y palestinas, como respuesta a los atentados perpetrados el pasado verano en la ciudad de Jerusalén, donde murieron una veintena de personas.

Yasín, que ha venido en los últimos meses recordando a la opinión pública internacional su oposición al proceso de paz y la necesidad de reemprender la lucha contra Israel, tiene encima de la mesa una oferta del presidente Arafat para formar parte de un gobierno de unidad nacional, con el que suplirá las funciones del actual Ejecutivo y con el que podría declarar formalmente, el año que viene, el Estado Palestino.

Yasín, que oficiosamente ha rechazado la oferta, difícilmente podrá reconsiderarla, entre otras razones porque en las cárceles palestinas se encuentran más de 300 de sus militantes, así como la plana mayor de la organización integrista.

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Precisamente ayer, el presidente Arafat aceptaba la dimisión de todos los miembros de su Gobierno, según anunció el presidente del Consejo Legislativo palestino, Ahmed Korei. Arafat ha pedido al Consejo un plazo de dos semanas para efectuar consultas antes de anunciar la formación de un nuevo Ejecutivo autónomo palestino.

A raíz de esta decisión de Arafat, el Consejo Legislativo (Parlamento) acordó anular definitivamente la suspensión de la votación de una moción de censura contra el Gobierno, derivada de varios escándolos de corrupción, que había sido inicialmente convocada para hoy, jueves.

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