La futura ley de Ordenación Universitaria reducirá la capacidad de influencia de los centros privados

El trámite parlamentario del proyecto de ley de Ordenación Universitaria (LOU) ha reducido la capacidad de influencia de los centros privados. Esta pérdida de ascendiente se materializa en la privación de algunas competencias del Consejo Vasco de Universidades, que es el órgano de encuentro entre las instituciones académicas públicas y privadas, y en la potenciación del Consejo de Coordinación de la Enseñanza Pública Universitaria, que es el órgano más relevante y donde el departamento de Educación y la Universidad coordinarán la política educativa a seguir.

El tripartito ha llegado a este acuerdo con Izquierda Unida, lo que ha permitido que la coalición de izquierdas retire la enmienda a la totalidad que había presentado al proyecto. Así, una vez que ayer concluyó el debate en comisión, el pleno del Parlamento aprobará la próxima semana la ley con una amplia mayoría, pesea a las enmiendas a la totalidad de UA, PP y HB. El PP ha advertido que tiene informes de legalidad que cuestionan la constitucionalidad de la norma. El Gobierno vasco aprobó el pasado 18 de marzo el proyecto de la LOU. La Junta de Gobierno de la Universidad del País Vasco (UPV) criticó con dureza el texto porque, en su opinión, el equipo rectoral iba a perder capacidad de influencia y decisión, especialmente por la composición del Consejo de Coordinación diseñado desde el departamento que dirige Inaxio Oliveri (EA). Más protagonismo Durante el debate de las enmiendas en el Parlamento vasco, el tripartito ha aprobado varias para otorgar mayor protagonismo a este órgano. Así, el Consejo de Coordinación de la Enseñanza Pública Universitaria dispondrá de competencias que en principio habían quedado establecidas de manera exclusiva para el Consejo Vasco de Universidades. Entre estas capacidades destacan las de informar al departamento sobre la implantación de nuevas titulaciones, planes de estudios y creación o supresión de centros. También fomentará las relaciones entre la Universidad y el mundo empresarial e informará sobre las ayudas a la investigación. Además del consejero de Educación, esté órgano estará integrado por cinco vocales del departamento y seis de la UPV. Mientras, el Consejo Vasco de Universidades queda como un foro de encuentro entre las instituciones académicas públicas, la UPV y las privadas, Deusto y Mondragón. Su objetivo será asesorar al consejero de Educación y proponerle medidas para mejorar la cooperación entre universidades. "El debate en comisión", indicó la parlamentaria del PSE, Carmen Asiain, "ha servido para clarificar las funciones de ambos consejos. El Consejo que integra a las universidades privadas sólo tendrá un carácter informativo y consultivo, mientras que el Consejo de Coordinación con la UPV será el que tome las decisiones". El texto contempla un modelo de financiación estable e incluye el sistema del contrato-programa (subvenciones a cambio de objetivos). Además, también establece la capacidad de la Universidad de crear titulaciones propias, así como su distribución territorial.