Las máquinas dejan contaminantes al retirar lodos del Guadiamar

Utilizar máquinas para retirar los lodos tóxicos que cubren el cauce del río Guadiamar no es eficaz. Ésta es la principal conclusión del último informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre las tareas emprendidas para paliar las consecuencias del vertido tras la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar. El grupo de expertos aboga por el uso de palas para recoger unos lodos que presentan una formación química cada vez más contaminante.

La apuesta del CSIC por " métodos manuales" para retirar los lodos tóxicos esparcidos sobre más de 40 kilómetros de cauce del río Guadiamar. "La retirada manual es más eficaz y deja menos residuos", reza el quinto informe del grupo de expertos al que el Consejo de Ministros encargó la supervisión científica en los trabajos para paliar el desastre ecológico en Doñana. La recomendación, hecha pública ayer, viene respaldada por estudios del contenido de metales en el suelo cuya conclusión es clara: "Las cantidades remanentes (de metales) son significativas cuando se efectúa la retirada con máquina".Lo que para el CSIC debe ser la excepción - sólo un gran espesor de lodos depositados o carácterísticas especiales del terreno justificaría el uso de maquinaria-, es la regla en las tareas de retirada de lodos que se realizan desde casi hace un mes. En un comunicado reciente, -el pasado domingo-, la comisión de coordinación de las tareas para recuperar el Guadiamar informaba de la contratación de 10 nuevas empresas y añadía: "Esta intensificación de los trabajos se verá impulsada con el empleo de maquinaria más pesada y camiones de mayor tonelaje". El empleo de estas máquinas se ha realizado fundamentalmente en el tramo más cercano a las minas de Aznalcóllar y ha llevado a la retirada, según la comisión, de más del 20% de los lodos tóxicos.

El quinto informe del CSIC alerta también sobre las reacciones químicas que han llevado a la formación de una costra de "sulfatos complejos hidratados" que ha emblanquecido la superficie de los lodos. Como consecuencia de un proceso de oxidación, "estas costras acumulan metales como cinc, cadmio, manganeso, níquel y cobalto en concentraciones claramente enriquecidas con respecto a los lodos piríticos", detalla el informe. Es decir, el contenido de los lodos es, un mes y medio despues de la rotura de la balsa, aún más tóxico.

"Nuestros informes nos dicen que la penetración (de contaminantes) en los suelos arcillosos no ha sido muy alta", explicó a este periódico el presidente del CSIC, Cesar Nombela.

Desagüe del agua tóxica

Nombela se refirió a la operación del desembalse del agua tóxica -alrededor de 4,5 hectómetros cúbicos- almacenada en la zona de Entremuros. "En nuestros estudios el óxido cálcico funcionaba bien, y es el método más habitual en estos casos", argumentó para defender la propuesta del organismo que preside. El pasado lunes, la comisión de coordinación optó por realizar el tratamiento de con carbonato sódico, como recomienda un equipo de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Sevilla.

"Sólo les he indicado (a la comisión) que se aseguren de que funcione bien", aseguró Nombela. El Secretario de Estado de Aguas, Benigno Blanco, indicó en Sevilla que se seguirá el proyecto de la Escuela de Ingenieros y que la operación comenzará la próxima semana.