La Unión Europea exige un etiquetado a los alimentos transgénicos

Los productos alimenticios europeos que contengan maíz o soja genéticamente modificados tendrán que llevar desde ahora un etiquetado obligatorio. La advertencia rezará: «Producto genéticamente modificado», según acordaron ayer los ministros de Agricultura de los países de la Unión Europea.Con esta medida, la UE obligará a los productores a realizar una prueba exhaustiva del producto, con la que se determinará «con certeza» si el producto ha sido o no modificado. En caso de que un producto sea dudoso en cuanto a su origen, no tendrá que llevar una etiqueta de advertencia, como exigían algunos países como Dinamarca.

Esta normativa intenta dar un tratamiento específico al maíz y a la soja genéticamente modificados, lo que obligará a los productores a realizar un análisis de laboratorio que determine si el producto ha sido elaborado o no a partir de estos organismos. Esta medida afectará a las industrias pequeñas que no cuenten con la infraestructura necesaria para este tipo de revisiones.

El reglamento no se aplicará a los aditivos, aromas y otros ingredientes elaborados a partir de organismos genéticamente modificados. Esta resolución no cumple con las exigencias formuladas por organizaciones ecologistas y de defensa de los consumidores, quienes se manifestaron por la inclusión de los aditivos.