Técnicos del IRTA crean un tipo de olivo que mejora el rendimiento en un 45%

Ingenieros agrónomos de la escuela Mas Bové, de Constantí, un centro adscrito al Institut de Recerca y Tecnología Agroalimentàries (IRTA), han conseguido producir a escala una variedad de olivos de aceitunas arbequinas que mejora el rendimiento por árbol en más del 45%, y además libre de virus. La nueva oliva ha recibido el nombre de i-18 y fue presentada ayer en el marco del Salón Internacional Oleícola (SIO) de Reus. La i-18 es una arbequina obtenida a partir de una selección artificial de 110 olivos de esta variedad de las denominaciones Garrigues, de Lleida, y Siurana, de Tarragona, en donde se produce el 55% de la cosecha catalana. De entre todos esos árboles se escogieron 15 y de éstos la rama que presentaba mayor productividad, calidad y que estaba libre de enfermedades. El equipo de ingenieros agrónomos, dirigido por Joan Tous, consiguió clonar esta rama y producir a escala nuevos plantones, cuya comercialización se prevé para el próximo año. Los nuevos árboles presentan unas características excepcionales, pues aumentan su rendimiento en un 45%. Las aceitunas, además, tienen un mayor contenido en ácido oleico, lo cual mejora tanto el sabor como la conservación del aceite. Por otro lado, el crecimiento semirrecto y regular del olivo favorece la recolección mecánica. En las cosechas de prueba efectuadas en los últimos seis años se ha comprobado que la producción de la i-18 alcanza 9.000 kilos por hectárea, frente a los 5.000 de las arbequinas normales. Además, los ingenieros han conseguido acelerar no sólo el crecimiento de la raíz, sino también el proceso de maduración de las aceitunas, mucho más uniforme, por lo que la recolección puede efectuarse de manera unitaria. Debido al éxito de esta iniciativa, estos ingenieros agrónomos intentarán ahora clonar la variedad de empeltre, de gran calidad pero de escaso rendimiento, que es la mayoritaria en las comarcas de la Terra Alta, Baix Ebre y Montsià. La comercialización de la i-18 se ha iniciado en las últimas semanas con viveros de Córdoba, Huesca, Castellón, Lleida y Tarragona, y está previsto exportarla hacia Suramérica y los países de la región del Magreb. El problema en España es la prohibición de plantar nuevos olivos, según estipula la reforma Fischler de la Unión Europea, por lo que la extensión de la nueva arbequina se verá reducida a replantaciones.