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Llega a Irak el primer cargamento de ayuda humanitaria de una ONG de Estados Unidos

Un total de 41 toneladas de víveres, medicamentos y material médico de primera necesidad procedentes de EE UU llegaron ayer a Bagdad por mediación de la organización de ayuda humanitaria AmeriCares. El envío es el primero de este calibre que canaliza una ONG estadounidense desde que la ONU impusiera el embargo económico a Irak por su invasión de Kuwait, en 1990. El Consejo de Seguridad prorrogó ayer esas sanciones por otros seis meses. El gesto simbólico de la ayuda coincidió además con las celebraciones del 61º cumpleaños del presidente Sadam Husein.

«Este regalo es una expresión de la contribución del pueblo estadounidense para aliviar el sufrimiento del pueblo iraquí, especialmente los niños, mujeres y ancianos», dijo Andrew Hannah, vicepresidente de AmeriCares. Hannah aseguró que este envío representa el primero de una serie de cargamentos similares que AmeriCares tiene previsto enviar próximamente. Sus responsables insistieron en el aspecto «humanitario de este gesto que tiene como objetivo aligerar la crisis y la dramática situación que viven los iraquíes». AmeriCares es una organización no gubernamental que ya en septiembre del año pasado realizó una operación similar en otro país considerado una oveja negra por la comunidad internacional, Corea del Norte. Fundado en 1982, el grupo planteó tres condiciones a Irak para hacer entrega de la ayuda: que la distribución de los medicamentos y material médico se dirija a los civiles que padecen penurias, que no se haga ningún uso militar de dicho material y que sea su propio personal el que lleve la ayuda hasta los puntos de utilización.

Justo ayer el Consejo de Seguridad de la ONU decidió mantener seis meses más las sanciones económicas impuestas a Irak en 1990 a la vista del último informe presentado por el responsable de la comisión de desarme (Unscom), Richard Butler. Aunque se trataba de una sesión de carácter rutinario, el hecho de que no se hubiera mantenido desde el pasado junio -cuando las autoridades iraquíes empezaron a interferir con el trabajo de los inspectores de desarme- había despertado ciertas expectativas. Irak insistía en los días previos en que la reunión debía consagrarse a revisar el embargo. El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Mohamed al Sahaf, se mostró muy decepcionado por la decisión del Consejo y pidió que se rompa el círculo vicioso impuesto a su país. Al Sahaf culpó directamente a Washington y Londres de que las sanciones no hayan sido levantadas.

«Lo tratado en el Consejo no tiene ninguna relación con nuestra misión humanitaria», precisó el vicepresidente de AmeriCares Guy Smith.

Smith explicó a su llegada a Bagdad que la misión había «obtenido luz verde de la ONU y de Jordania», país del que provenía el avión con la ayuda, y que «Estados Unidos (estaba) al corriente del vuelo». A bordo del aparato viajaba también el actor estadounidense Val Kilmer, protagonista de Batman Forever, quien manifestó su satisfacción por participar en esta misión y su deseo de ver de cerca las difíciles condiciones que vive el pueblo iraquí.

Irak ha anunciado para mayo una reducción de las raciones de ciertos productos alimenticios que se distribuyen a la población. Aunque la ONU aumentó el pasado febrero el importe de las ventas de petróleo que Bagdad puede realizar cada seis meses para comprar alimentos y medicinas, las autoridades iraquíes se quejan de los retrasos en la llegada de esos artículos de primera necesidad.

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A pesar de las dificultades, Irak celebraba ayer el 61º cumpleaños de su presidente con numerosos actos y manifestaciones, entre los que destacó la inauguración en Tikrit, localidad natal de Sadam Husein, de una estatua ecuestre del presidente de siete metros y medio. Miles de estudiantes, trabajadores y campesinos marcharon por las calles de todas las ciudades del país con retratos y fotos de Sadam Husein mientras coreaban consignas contra Estados Unidos. Una delegación del Partido Popular español, presidida por José Félix González Noriega, asistió en Bagdad a las celebraciones y fue recibida por el viceprimer ministro, Tarek Aziz.

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