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Crítica:HOMENAJE A CABRERA INFANTE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Descarga hacia dentro

José Andrés Rojo

Cuando los músicos cubanos de aquellos años de noches enloquecidas terminaban con las respectivas orquestas con las que se ganaban la vida en clubes y cabarés, enfilaban directo a sus bares favoritos y allí seguían, ya sin la disciplina del traje pero borrachos de música: a esas improvisaciones nocturnas las llamaban descargas. Por eso algunos esperaban el jueves que el homenaje a Cabrera Infante, que congrebaba a Bebo Valdés y Paquito D'Rivera en el Círculo de Bellas Artes, fuera eso, un espasmo de alegría montado sobre un potro sacudido por el ritmo. Y no fue eso. O no fue exactamente eso. Porque haberla, la hubo: sólo que la descarga fue por dentro. Ni era La Habana, ni tampoco los años cincuenta, ni se acababan los mojitos sobre la barra de un bar. La ciudad era Madrid, se celebraba el Cervantes de Cabrera Infante, y Bebo Valdés y Paquito D'Rivera vestían con la elegancia de unos caballeros que no han roto una copa en su vida. Pero igual se habían venido desde el fin del mundo para estar aquí en este preciso momento, y lo que hicieron fue meter sus improvisaciones en el estuche de la sobriedad, que es otra, manera de celebrar las grandes ocasiones. Comenzó Bebo Valdés al piano, luego el que estuvo un rato solo fue Paquito D'Rivera con el clarinete, y después se junta ron los dos. La descarga no le vantaba los zapatos pero bajaba por la médula espinal directamente al centro de las emociones. Tocaron una canción que un costarricense dedicó a La Habana y la que Agustín Lara le hizo a Madrid. Tocaron Perfidia, porque es la canción preferida de Cabrera Infante, y El manisero. Y otras muchas. Hay momentos en que las cosas tienen que ser así: Bebo Valdés y Paquito D'Rivera tendieron un puente que iba directo al interior de Cabrera Infante. Pero son unos maestros y, al rato, él puente se había convertido en un tobogán por el que se deslizaba el público entero, que celebraba también, tocado por la magia de la música, la literatura de Guillermo Cabrera Infante, La Habana que recrearon sus palabras y las canciones que llevan tanto tiempo desparramando por el mundo el genial pianista y el virtuoso del saxo alto y el clarinete.

Bebo Valdés y Paquito D'Rivera Madrid, Círculo de Bellas Artes, 23 de abril

Dir.: Henry Hathaway. Int.: John Wayne, Dean Martin.

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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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