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Entrevista:

"Samper no tiene voluntad ni poder para buscar la paz"

Juan Jesús Aznárez

El presidente colombiano, Ernesto Samper, no tiene capacidad, ni poder, ni voluntad política para promover un proceso de paz en Colombia, afirma, categórico, Marco León Calarcá, cuyo verdadero nombre es Luis Alberto Albán, en esta entrevista. Vive en México y es portavoz o canciller de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla de ese país, en armas desde hace, cuatro décadas.Inculpado en Bogotá por el delito de rebelión, pesa sobre Luis Alberto Albán orden de captura. Fue detenido el pasado día 24 en Bolivia, y parece que su extradición a Colombia no convenía políticamente. Todo indica que la policía recibió información de que viajaba por América Latina para tender puentes con grupos de izquierda. Tres días después de un peloteo diplomático, fue liberado y pudo regresar a México.

Más información
Huida del campamento de las FARC

Pregunta. ¿Por qué no negocian la paz como el Ejército de Liberación Nacional (ELN, segunda guerrilla de Colombia?)

Respuesta. ELN acaba de emitir unos comunicados descidiéndose del llamado preacuerdo, por la manipulación electoral que se hizo. Por eso nosotros mantenemos nuestra propuesta del despeje de los cinco municipios, y que el Gobierno cumpla las condiciones para que podamos reunirnos los colombianos a definir qué país queremos y cómo vamos a construirlo. Estamos totalmente alejados de que esto se utilice electoralmente.

P. ¿Tienen las FARC contactos en España?

R. Ha habido algunos contactos con las FARC en España; sí.

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P. ¿Con quién?

R. A diferentes niveles, también a nivel oficial.

P. Samper les acusa de no tener un modelo de país.

R. Su visión es el desgobierno de los últimos tiempos y no tiene nada que ver con la mayoría.

P. Pero ¿cuál es la propuesta de las FARC?

R. Agrupa en diez puntos lo esencial: solución política del conflicto, la democratización y solución al narcotráfico.

P. ¿Entonces niega que haya democracia en Colombia?

R. Absolutamente. No hay democracia. No hay posibilidad de participación de los sectores populares.

P. Samper pidió el aislamiento internacional de las FARC.

R. No tiene autoridad para hacer este llamado, porque, si esto funcionara así, los Gobiernos del mundo habrían aislado a su Gobiemo por ilegítimo e ilegal.

P. Pero ganó unas elecciones.

R. Es ilegítimo, porque está elegido por el 30% de los votos de los colombianos, e ilegal porque su campaña fue financiada por los dineros del narcotráfico, y eso todo el mundo lo sabe. Esto lo que muestra es que no tiene voluntad política, además de no tener ni capacidad ni poder para buscar la paz.

P. ¿Si ganan Andrés Pastrana (candidato conservador) u Horacio Serpa (liberal como Samper), cambian las cosas?

R. Queremos que la política de paz sea de Estado y, por tanto, una obligación de cada Gobierno.

P. Pero, si no reconocen la democracia colombiana, poco se puede avanzar.

R. Planteamos la reunión de todo el pueblo colombiano para definir el país que queremos.

P. ¿Y cómo se articula esa reunión de "todo el pueblo"?

R. Necesitamos hablar con los empresarios, con los obreros, con los estudiantes, con las armas de casa, con los campesinos.

P. Planteado así, el proceso de paz va para largo.

R. El problema no es tanto el tiempo, que se demore, sino el objetivo.

P. Algunos inversores amenazan con irse de Colombia por el dinero que les exigen las FARC.

R. Las empresas pagan un impuesto de guerra que sirve al Estado y a los diferentes Gobiernos para financiar la guerra contra el pueblo. Las FARC cobran el impuesto por la paz. Esas empresas tienen que financiar también que el pueblo se defienda.

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