La Comisión otorgará un sobresaliente a España en el examen de ingreso al euro
El informe de la Comisión Europea sobre el cumplimiento de las condiciones para el euro otorgará a España "un sobresaliente", según fuentes comunitarias. En su examen de las cuentas españolas, Bruselas no ha encontrado un sólo incoveniente, salvo cuestiones de procedimiento acerca de la independencia del Banco de España. En la evaluación, que será oficial mañana, no hay sorpresas. 11 países pueden formar el euro, dos han renunciado (Reino Unido y Dinamarca) y dos no cumplen las condiciones (Suecia y Grecia).
Bruselas intenta mantener ocultos los casi 200 folios de que consta el informe, según el portavoz del comisario de Asuntos Monetarios, el francés Yves-Thibault de Silguy. Pero no es ya ningún secreto quiénes serán los elegidos (Alemania, Francia, España, Holanda, Luxemburgo, Irlanda, Austria, Finlandia, Portugal, Italia y Bélgica) y que España no sólo está entre ellos sino que obtiene todos los parabienes de la Comisión, tanto por sus cifras como por las perspectivas que se dibujan para cumplir el llamado sexto criterio, la sostenibilidad.Bruselas propondrá a los Quince que dejen de realizarse los procedimientos de déficit excesivo a todos los países menos Grecia, pero no se pronuncia sobre si el Reino Unido y Dinamarca cumplen los criterios para entrar en el euro porque tienen derecho a mantenerse fuera y han informado ya por escrito que no desean formar parte de la primera oleada. En el espinoso caso de Suecia -que no tiene ese derecho pero se lo ha otorgado a sí misma-, Bruselas ha optado por la fórmula de declararle país no cumplidor porque no ha aprobado ni empezado a preparar la independencia de su banco central y porque no forma parte del mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo.
Las evaluaciones de la Comisión sobre los criterios de convergencia son las siguientes:
Déficit. Cumplen todos menos Grecia. España cerró el año con el 2 6%, frente a una exigencia del 3%, y cerrará 1998 con el 2,2%. No hay problema para que España siga cumpliendo ese criterio porque la reducción de los últimos años no se debe a un efecto coyuntural del cielo. La inversión pública (2,9%) se sitúa por encima de la cifra de déficit (2,6%) y la reducción del gasto público ordinario es la segunda más alta de la UE (3,5%, frente al 4,2% de Holanda). Bruselas destaca, en cambio, las maniobras contables realizadas, aunque dentro de la legalidad, sobre todo por Alemania y Francia.
Deuda. España incumple teóricamente el tope del 60% fijado en Maastricht, pero la tendencia es descendente (70,1% en 1996, 68,8% el año pasado y 67,4% en el corriente). Bruselas da también su aprobado a Alemania porque, a pesar de que según los datos actuales su tendencia es a aumentar la deuda pública, ésta se sitúa de hecho muy cerca de lo exigido y en 1998 se habrá invertido la tendencia al caer una décima, del 61,3% al 61,2%. También Italia y Bélgica cumplen el requisito de deuda a juicio de la Comisión porque, aunque sus tasas duplican el criterio de convergencia, ambos países tienen muy fuertes superávit primarios en su presupuesto (si se descontara la financiación de la deuda Italia habría tenido en 1997 un superávit presupuestario del 6,8% y Bélgica, del 5,8%). Ambos se comprometen a seguir reduciendo su deuda aunque no están jurídicamente obligados.
Tipo de cambio. Bruselas ha medido la estabilidad cambiaria a partir de la fluctuación de cada moneda con la que se sitúa en la media de la cotización diaria en el Sistema Monetario Europeo (SME). Eso le permite asegurar que ningún miembro del SME ha superado al alza o a la baja esa media en más de un 2,25%, la antigua banda estrecha. Al tomar esa referencia -y no la banda actual del 15% de fluctuación-, se quiere hacer hincapié en la fortaleza de la estabilidad cambiaria. Hay dos excepciones: Francia (que ha superado el 2,25% durante dos días) e Irlanda, que se ha escapado hacia arriba por su vinculación a una libra esterlina externa al sistema y muy valorada por los altos tipos de interés británicos.
Inflación. Sobresaliente general. La referencia es el 2,7% y el país menos aplicado de los 11 seleccionados es Holanda (2,2% en 1997 y una previsión del 2,3% este año). España cumple sobradamente, con una inflación del 1,8%. La Comisión atribuye la estabilidad de precios a la independencia de los bancos centrales al aplicar una política monetaria rigurosa, la decisión de los gobiernos de desarrollar una política fiscal de reducción del gasto y la extraordinaria moderación de los costes laborales unitarios, con un crecimiento anual del 1,4% entre 1994 y 1997.
Tipos de interés. Todos cumplen. El tope es el 7,8%. Los tipos españoles están al 6,3%.
Bancos centrales. Al margen de los cuatro excluidos del euro, todos satisfacen el requisito de dar autonomía a los bancos centrales, aunque con grados de cumplimiento distintos. Desde el muy estricto de Alemania hasta el muy laxo de Francia (no hay ni ley ni proyecto de ley, pero sí un borrador que cuenta con el apoyo del Instituto Monetario Europeo) o el todavía no oficializado de España, donde el proyecto de ley sobre normativa secundarla ya ha entrado en trámite parlamentario de urgencia.
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