El movimiento Cobra mantiene vivo su esfuerzo de fusión entre violencia y luz
El reflejo de la época que marcaron los artistas que se entrelazan en la exposición 50 años del movimiento Cobra podrá verse hasta el 29 de marzo en la sala Amós Salvador, en Logroño, que ha reunido obras de 40 creadores -74 piezas, entre pinturas y esculturas- y una serie de libros y documentos pertenecientes a este heterogéneo movimiento, que iluminó la posguerra europea. La obra expuesta procede del Cobra Museeum Voor Moderne de Anstelveen (Holanda).El lenguaje artístico de Cobra adquiere dimensiones casi míticas a partir de 1960, pero en sus comienzos, con los primeros años de, paz en Europa, es cuando expresa toda su carga ética y social. Bélgica y Holanda, junto a Dinamarca, aportan a él una serie de artistas y poetas que presentan un duro alegato contra las dramáticas consecuencias de la II Guerra Mundial.
El grupo Cobra, acrónimo formado por las iniciales de las ciudades donde el movimiento tuvo mayor influencia (Copenhague, Bruselas y Amsterdam), nació en París de una escisión del surrealismo. La violencia del color, la agresividad pictórica y el dramatismo conceptual ayudan a reconocer el estilo de artistas como Alenchinsky, Appel, Pedersen, Dotremout, Rooskens, entre otros. Cobra se caracteriza por la pluralidad de elementos que emplea, y sus integrantes van del expresionismo abstracto al arte gestual con resonancias Figurativas. Un elemento típico son los seres fantásticos que evocan sus pinturas, a veces infantiles, a veces diabólicos, seres con los que se distinguieron dentro del expresionismo y con los que crearon una ola que se extendió en el arte occidental después de 1945. Las manchas de color y las líneas que permanecían como elementos independientes y formaban conjuntos ocasionales, junto a los colores calientes y fuertes, ayudan a reconocer su estilo. También distingue a Cobra su fusión con aportaciones creativas de poetas y escritores, una simbiosis de escritura e imagen.
El movimiento Cobra en España estuvo representado por el grupo catalán Dau al Set, formado por Joan Brossa, Antoni Tápies, Joan Pons, Modest Cuixart, Joan Josep Tharrats y Arnau Puig. La afinidad con Cobra también se puede apreciar en Joan Miró.
