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La CIA entrena a policías palestinos contra Hamás

La CIA está entrenando a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina (AP) en tareas de espionaje, interrogatorio y recogida y manejo de información, según informó ayer The New York Times. Fuentes anónimas del Gobierno de Clinton citadas por ese periódico afirman que los entrenamientos, en los que también participan en ocasiones agentes del FBI especializados en la lucha antiterrorista, comenzaron a mediados de 1996.

El servicio de espionaje interno de Israel, el Shin Bet, ha estado desde el primer momento al corriente de esas actividades. Ningún portavoz norteamericano quiso ayer comentar en público la noticia, que tampoco fue desmentida.La cooperación de la CIA con los servicios de seguridad del presidente de la AP, Yasir Arafat, tiene dos objetivos: incrementar la capacidad de los agentes palestinos "para identificar y detener a sospechosos de terrorismo,, y "aumentar la confianza del Gobierno israelí en la capacidad de la Autoridad Palestina" para luchar contra los grupos islamistas violentos como Hamás. Los entrenamientos se desarrollan en lugares no identificados de EE UU.

La CIA, que tiene prohibida desde 1985 el uso de la tortura física o mental, instruye a los reclutas palestinos en técnicas no violentas de interrogatorio, según las fuentes gubernamentales anónimas citadas por el periódico. Consisten en "persuasión amistosa, trucos verbales y uso de la psicología".

Pero según el último informe de la organización Human Rights Watch, los servicios de seguridad de Arafat "torturan sistemáticamente" a los detenidos y han acabado con la vida de la mayoría de las 14 personas fallecidas en celdas palestinas en los últimos tres años. Human Rights Watch denuncia que las técnicas brutales empleadas por las fuerzas de Arafat son el resultado de la presión norteamericana e israelí.

El servicio de espionaje exterior norteamericano tuvo sus primeros contactos con la OLP en 1973, según reveló el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger en sus memorias. La relación, apadrinada por el entonces subdirector de la CIA, Vernon Walters, duró diez años y estuvo basada en la cooperación contra los grupos radicales palestinos que intentaban dinamitar el liderazgo moderado de Arafat.

Los contactos, en los cuales los agentes de Arafat facilitaron a los norteamericanos pistas sobre posibles atentados, se rompieron en abril de 1983, cuando Hezbolá cometió un terrible atentado con coche bomba contra la Embajada de EE UU en Beirut.

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