La nueva propuesta de FischIer deja las ayudas al aceite muy lejos de la producción real

El comisario de Agricultura, Franz Fischler, presentará una reforma de transición para el sector del aceite de oliva basada en cuatro puntos: tres años de transición, aumento de la cantidad máxima garantizada, hasta 1.550.000 toneladas, reparto por cuotas nacionales y prohibición de nuevas plantaciones. En el mejor de los casos, España recibiría entre 149 y 168 pesetas por kilo de aceite si la producción fuera como en la última campaña (964.000 toneladas). Muy lejos de las 230 pesetas que corresponderían si la cuota española reflejara su verdadero potencial de producción.

El mayor problema para España es que si se aceptan las cuotas nacionales y la producción española se disparara hasta 1.200.000 toneladas, que el sector estima que se logrará con la entrada en rendimiento de las nuevas producciones, las ayudas bajarían hasta 120 o 135 pesetas por kilo.Fuentes muy próximas al comisario austríaco declararon ayer que Fischler "no ha realizado ningún giro radical en su propuesta de reforma", aunque admitieron que ha sido un acierto informativo "dejar de basarla en el árbol". Esas mismas fuentes subrayaron que eso no es nuevo, porque ya el comisario había barajado la posibilidad de que la reforma acabara basándose en la superficie cultivada, una vía intermedia entre los datos por producción que reclaman los grandes productores españoles y el recuento por árboles que apoya Italia.

En ese sentido se expresó el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, tras la reunión que mantuvo ayer con José María Aznar en Madrid. La reforma del aceite centró gran parte del encuentro al que acudió el comisario español Marcelino Oreja. Santer, en cualquier caso, garantizó una postura flexible que contempla una continuación de la actual situación hasta su modificación en un periodo transitorio, informa En el entorno del comisario se respira gran satisfacción, porque éste ha logrado ya imponer el principal objetivo de su reforma, dividir las ayudas en cuotas nacionales. Cuando el sistema sea definitivo, se espera que esas ayudas reflejen la producción real. Mientras tanto, Fischler se limitará a suprimir las ayudas al consumo y a los pequeños productores para destinar esos ahorros a aumentar la cantidad máxima garantizadá. Es decir, las ayudas directas que recibirán los productores.

Esa cantidad está situada ahora en 1.350.000 toneladas. En el entorno del comisario se considera "muy difícil" que ese techo aumente hasta 1.550.000 toneladas. Pero incluso partiendo de esa hipótesis optimista, las consecuencias para España serían inquietantes. Si el comisario mantiene el reparto porcentual de ayudas que apareció en el borrador filtrado en enero, España recibiría el 40% del total, muy lejos del 51,8% de a campaña 1996-97, lo que se traduciría en una ayuda de 149,3 pesetas por kilo que llevaría a la ruina a gran parte de los pequeños productores. Otra posibilidad otorga a España el 42% de las ayudas, con lo que la subvención por kilo se situaría en 156 pesetas. Los más optimistas esperan que España alcance una cuota de 700.000 toneladas anuales (el 45% del total), lo que supondría 168 pesetas por kilo. Una cantidad que superaría las 166,5 obtenidas en la campaña 1996-1997, pero lejos de las 203 recibidas un año antes y de las 230 si en la UE se produjera lo que estima la Comisión y las cuotas nacionales que baraja Fischler reflejaran la producción de cada país.