La policía desarticula una supuesta red ilegal de engorde de ganado
Actuación en 18 explotaciones de Madrid
La Policía Judicial ha lanzado una operación para desmantelar una red, con base en Madrid, presuntamente dedicada a la distribución en España de sustancias prohibidas para el engorde del ganado. Se ha descubierto el laboratorio en el que se fabricaba el producto y se ha registrado la empresa distribuidora. La acción policial ha contado con apoyo de los técnicos sanitarios de la Comunidad de Madrid, que han recogido muestras en 18 explotaciones y mataderos para determinar si el ganado ha sido tratado con esa sustancia, que los expertos, a falta de los últimos análisis, creen similar al clenbuterol.
La primera pista sobre la red saltó hace cuatro meses, cuando los responsables de un matadero de Madrid alertaron confidencialmente a la Dirección de Salud Pública de la Comunidad sobre la entrada en los circuitos ganaderos de un producto destinado al engorde artificial de las vacas.El matadero, siempre según fuentes policiales y autonómicas, facilitó el nombre de la empresa que lo distribuía y también la naturaleza de la sustancia. Las autoridades sanitarias, dado que la administración de estos productos es considerada por el nuevo Código Penal como un delito contra la salud pública, facilitaron inmediatamente estos datos a la Brigada de Delincuencia Económica de la Policía Judicial.
La primera fase de la investigación culminó el 2 de febrero. Ese día los agentes, con autorización de un juzgado de Móstoles, desmantelaron el laboratorio y registraron la empresa distribuidora, así como varios domicilios, en los que se incautaron de numerosa documentación.
Aunque el radio de acción de este despliegue policial abarcó a varias provincias, la mayoría de los locales inspeccionados estaban radicados, según fuentes policiales, en pequeños municipios de la serranía de Madrid, como Boadilla del Monte, Colmenar Viejo y El Escorial.
Entre los papeles incautados figuraba una agenda con una lista de mataderos y explotaciones. Estos datos, según fuentes cercanas al caso, dieron pie a la segunda fase de la investigación, que se desarrolló la semana pasada.
Las autoridades sanitarias recogieron muestras de riñones, hígados y orina de los animales sacrificados en los mataderos madrileños. Paralelamente, los veterinarios autonómicos acudieron a las explotaciones ganaderas con el fin de: inmovilizar animales y conseguir muestras de orina. También se llevaron el pienso que se les administraba.
Cautela oficial
Este material es objeto de análisis en los laboratorios autonómicos. Los responsables de la Comunidad se muestran cautelososa la hora de enjuiciar los primeros resultados. "Hay que ser prudentes. Hay sospechas de que se trata de una red de distribución de productos prohibidos y hay indicios de que se han utilizado. Pero hasta ahora no hemos determinado de qué molécula se trata. Sabemos que no es clenbuterol, pero pertenece a su misma familia, los betagonistas, que son sustancias prohibidas que habitualmente se emplean para el engorde artificial del ganado", afirmó una fuente autonómica.Parte de esta dificultad puede proceder de la introducción de complejos vitamínicos en el compuesto con el objeto de enmascarar su verdadera naturaleza.
La administración del clenbuterol y sustancias similares en el ganado tiene una finalidad económica. Se produce una regresión de los lípidos corporales acompañada de un vertiginoso incremento de la masa muscular, con el consiguiente aumento del peso y, por tanto, del precio del animal. Una vez logrado este efecto, el clenbuterol no desaparece, sino que queda almacenado en el hígado del animal. Ahí reside su peligro. Las vísceras adulteradas, al ser consumidas, afectan al organismo. El cuadro clínico se caracteriza por temblores, taquicardias y cefaleas.
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