La hija de Fidel Castro solicita asilo en España
Su ilusión es vivir lo más lejos posible de su padre, a un océano de distancia por lo menos. Alina Fernández Revuelta, de 41 años, hija del presidente cubano, Fidel Castro, se presentó el viernes en la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) de Madrid y solicitó asilo político. Alina huyó en 1993 de Cuba oculta tras una peluca y un pasaporte falso. Desde entonces disfruta de un permiso de residencia en Estados Unidos. Aún demasiado cerca de un hombre, su padre, al que odia.
"Soy hija de Fidel Castro". Fue la única razón esgrimida por Alina Fernández (lleva el apellido del marido de su madre, Nati Revuelta) en la OAR para solicitar el asilo político. También dejó fotocopias de dos documentos: su carta verde -permiso de residencia permanente en Estados Unidos- y un pasaporte cubano que todavía está en vigor.El Gobierno español dispone ahora de tres meses de plazo para estudiar y admitir- a trámite la solicitud. No obstante, y según expertos consultados por este periódico, Alina Fernández no sufre en la actualidad ninguna de las causas previstaspor la ley española para conceder el estatuto de refugiado. Noestá siendo perseguida en Cuba y además disfruta de un permiso permanente de residencia norteamericano que le permite salir y entrar libremente del país.
El Gobierno español no quiso ofrecer ayer ningún dato en torno a la petición de Alina Fernández. José Ramón Onega, director general de Política Interior y uno de los responsables de la concesión o no del asilo, explicó que este tipo de asuntos está sujeto a una "confidencialidad absoluta y necesaria" para no perjudicar al solicitante de refugio.
No obstante, España sí ofreció en una ocasión el asilo político a Alina Fernández. Fue la mañana del 20 de febrero de 1993.
La hija rebelde de Fidel Castro salió de La Habana el 19 de febrero de 1993, y desde entonces -casi cinco años ya- lleva buscando sin encontrar un lugar tranquilo donde vivir. Alina consiguió fugarse de Cuba gracias a la ayuda de una organización de exiliados cubanos dirigida por el escritor Armando Valladares. Unos kilos de más, una peluca y un pasaporte español auténticamente falso fueron suficiente para burlarlos policías del aeropuerto Jose Martí de La Habana.
Un pasaje a Atlanta
Su avión -el vuelo 6630 de Iberia- llegó a Madrid el 20 de febrero,pero Alina sólo permaneció unas horas en el aeropuerto de Barajas. Un alto funcionario del Gobierno español le ofreció asilo político y protección policial, pero ambos presentes fueron rechazados sin pestañear por la hija de Fidel Castro. No así otros dos: un visado de carácter humanitario y un pasaje de avión a Atlanta. Allí la esperaba Elena Amis, una millonaria cubana muy bien conectada con la resistencia a Fidel Castro en el exilio.Un tránsito tan vertiginoso entre la dura pobreza de La Habana y la mansión de su protectora terminó por marear a la hija del presidente cubano. Se fue de allí, espoleada por el interés de la señora Amis en que participara activamente en una campaña contra su padre. Desde entonces, Alina ha vivido en Nueva York, donde -según reconoció a este periódico en una entrevista reciente- tuvo que hacer de todo: "Desde limpiar lugares hasta trabajos de contaduría de fincas. Ha sido sobrevivir contando los centavos".
Con motivo de la publicaciónde su libro -Alina. Memorias de la hija rebelde de Fidel Castro-, .Alina viajó a España en varias ocasiones durante la primavera del año pasado. Fue entonces cuando algunos, amigos españoles le aconsejaron que abandonara Estados Unidos y se viniera a vivir aquí. Sólo tenía que elegir el momento oportuno. Y ninguno mejor que éste para amargarle a Fidel Castro -al que llamó de todo menos padre- su momento de gloria junto al Papa Juan Pablo II.
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