Cinco diputados democristianos chilenos presentan hoy su moción contra Pinochet

Diputados del Gobierno de coalición chileno presentarán hoy un proyecto en la Cámara baja para impedir la llegada al Senado del ex dictador Augusto Pinochet. El cuerpo de generales del Ejército celebró ayer su primera reunión del año, en la que no se descarta que analicen la acusación constitucional contra el jefe de la institución militar formulada por un grupo de legisladores de la Democracia Cristiana. La oposición de derecha ha solicitado al Ejecutivo que ponga orden dentro de la coalición y acabe con los ataques contra Pinochet.

La reunión del alto mando del Ejército fue convocada por el vicecomandante, general Rafael Villarroel, para debatir "temas institucionales". Al término del encuentro, el general retirado Guillermo Garín consideró "lamentable" la acusación. El ánimo del Ejército lo reflejó anteayer el general retirado Julio Canessa, al advertir al Gobierno que no debe jugar con fuego.Los dirigentes de los partidos de la coalición tuvieron ayer numerosas reuniones internas entre ellos y con el Gobierno para analizar la acusación. Los debates se centraron en tres fórmulas distintas, pero no excluyentes. Primero, el proyecto que hoy plantean en la Cámara, de repudio al ex dictador. Segundo, una presentación al Tribunal Constitucional alegando que el general, como no fue elegido presidente por los votantes, no reúne los requisitos para ser senador. Y tercero, la acusación constitucional contra Pinochet por comprometer gravemente el honor de la nación, que propuso un grupo de diputados democristianos.

El proyecto que será sometido hoy a la Cámara se basa en que durante la dictadura que encabezó Pinochet entre 1973 y 1990, dos diputados fueron detenidos por los aparatos de seguridad y luego desaparecidos y un tercero. fue ejecutado. "La derecha no puede oponerse ante el hecho de terrorismo del que Pinochet es responsable incluso dentro del Parlamento", afirmó el diputado socialista Jaime Naranjo.

La Democracia Cristiana estaba ayer dividida ante el anuncio de la acusación constitucional que hicieron los jefes del grupo parlamentario de ese partido. Algunos altos dirigentes democristianos consideran que los fundamentos de la acusación no son sólidos y critican a los cinco diputados impulsores por sobrepasar a la ejecutiva nacional y no consultar al resto de los parlamentarios.

Actuar en bloque

Los socialistas decidieron actuar en bloque con el resto de los partidos para presentar la acusación, lo cual para ellos constituye una especie de seguro. La acción, explicaron, debe entenderse como un juicio político a Pinochet, pues "no buscamos con esto su inhabilidad para ser senador vitalicio ni enredarnos en un marco jurídico institucional que no conduce a nada", sostuvo Naranjo.Mientras los legisladores de la coalición trataban ayer de ponerse de acuerdo entre sí y con el Gobierno, que no está cómodo con la iniciativa de acusar a Pinochet, la derecha presionó fuerte para impedir que ésta se concrete.

El vicepresidente del partido más cercano a Pinochet, la Unión Demócrata Independiente, el senador Hernán Larraín, pidió al Gobierno poner orden en su casa, para terminar. "la campaña de injurias" que los dirigentes oficialistas efectúan contra el general. Aunque calificó como "artificial" el debate suscitado por el anuncio de la acusación, advirtió que está generando "problemas reales".

Uno de los patriarcas de la derecha chilena, Sergio Onofre Jarpa, ex ministro del Interior de la dictadura, afirmó que si la Cámara baja aprueba la acusación, al quedar Pinochet transitoriamente suspendido de su cargo en el Ejército, se compromete la seguridad nacional.

Estimó inconstitucional la acusación y dijo que sobre ella debe pronunciarse el Consejo de Seguridad Nacional. Este órgano está integrado por las máximas autoridades civiles -el jefe del Estado, los presidentes del Senado y Corte Suprema y el contralor (interventor) general de la República- y los cuatro jefes de las Fuerzas Armadas, entre ellos el propio general Pinochet.