Vidal-Quadras y Boadella critican la política de Pujol sobre la lengua
El senador del Partido Popular Aleix Vidal-Quadras acusó ayer al presidente de la Generalitat y líder de CiU, Jordi Pujol, de ejercer el poder de forma antidemocrática y perseguir con él la imposición de su modelo político e ideológico y, en particular, el uso de la lengua catalana a los ciudadanos de Cataluña de lengua castellana.Vidal-Quadras formuló esta acusación en la entrega del Premio Galileo Galilei a la libertad de pensamiento y expresión al actor y director teatral Albert Boadella. Este premio fue creado hace unos años por la Asociación de Profesores por el Bilingüismo, entidad que combate la política lingüística del Gobierno de Pujol. El galardón fue concedido el año pasado al propio Vidal-Quadras.
Los más de 200 asistentes al acto se lo pasaron muy bien oyendo el discurso, elaborado en forma de cuento lleno de sarcasmos dirigidos a Pujol, al que aludía como "Gran Tinionel", y a su partido, al que llamaba "la convergencia por la identidad". La narración describió los esfuerzos de los pujolistas "para imponer el uso del catalán a los castellanohablantes y la sorprendente aparición de un hombre rebelde, Boadella, que no tenía empacho en caricaturizar y criticar al Gran Timonel. Entre otras cosas, dijo Vidal-Quadras, "porque no le tenía miedo ni dependía de las subvenciones de la convergencia por la indentidad".
Razón y libertad
Sin citar que el Gobierno de Pujol se sostiene gracias a los votos del PP, Vidal-Quadras trazó una apocalíptica metáfora de la situación en Cataluña. "El Gran Timonel" accedió democráticamente al Gobierno, admitió, pero no lo ejerce de forma democrática y se ha perpetuado en él porque se ha hecho con el control "de inmensos recursos, amedrentando, coaccionando, dominando los mecanismos de creación de opinión, silenciando, estigmatizando, tergiversando, marginando, comprando" hasta conseguir que nadie mueva un dedo sin su consentimiento. El cuento hizo las delicias de los asistentes porque tenía un final feliz. Gracias a que algunos irreductibles como Boadella no se intimidaron y otros se negaron a cambiar sus hábitos linguisticos "la convergencia se disolvió y el Gran Timonel se retiró a la montaña segrada a escribir sus memorias". Este momento fue definido por Vidal-Quadras como el triunfo de "la razón sobre el instinto y de la libertad sobre la identidad".Boadella sostuvo en su intervención que toda legislación en materia lingüística vulnera el "derecho de expresión y el de la intimidad", además de convertirse en un bumerán para quienes la promueven. Legislar sobre lenguas es tan inútil, dijo, como legislar sobre sexo: cada cual lo practica como mejor le place mientras no moleste al vecino. El actor, que habló en castellano, como Vidal-Quadras, mostró su solidaridad con la Asociación de Profesores por el Bilingüismo y sus reivindicaciones, entre las que destaca la de que los enseñantes puedan ejercer su profesión en Cataluña usando siempre la lengua que escojan.
Babelia
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