La Junta de Castilla y León, gobernada por el PP, se opone al 'medicamentazo'

La oposición al medicamentazo, el proyecto del Gobierno de José María Aznar de excluir una serie de fármacos de la lista de los hasta ahora gratuitos para ahorrar dinero público, encuentra escollos en sus propias filas. Al rechazo ya expresado por otros partidos, y especialmente por CiU, se unió ayer el del portavoz del Gobierno de la Junta de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, a su vez consejero de Sanidad de esta autonomía gobernada por el PP. La dirección del PP, en cualquier caso, sólo mantiene alerta ahora su maquinaria electoral ante la cita del próximo otoño en el País Vasco.

La posición contra el medicamentazo expresada ayer, en declaraciones a Efe, por el portavoz de la Junta de Castilla y León no es una más de las conocidas estos días sobre el proyecto del Gobierno para ahorrar dinero público en su objetivo de obtener 165.000 millones adicionales con los que financiar la sanidad. Este consejero es el portavoz del Gobierno autonómico presidido por Juan José Lucas, uno de los escasos dirigentes del PP a los que consulta Aznar.El consejero de Sanidad y Bienestar Social de Castilla y León se mostró partidario de obtener los ingresos extra para la sanidad "saneando" la bolsa de fraude de la Incapacidad Laboral Transitoria (ILT). JoséManuel Fernández Santiago apostó también por utilizar con carácter finalista los i mpuestos especiales que gravan el consumo de alcohol y el tabaco, "sin que esta medida suponga necesariamente un incremento de los mismos".

Fernández fue así de claro al comentar el proyecto de medicamentazo del actual Gobierno del PP: "Me opuse en su día al primer medicamentazo y considero que no es lo mejor volver a adoptar esta medida. Y lo digo desde la autoridad que nos da hablar desde una comunidad autónoma que siendo la más envejecida y la más extensa de España, es la que tiene menos gasto farmacéutico". Esta frase del consejero autonómico coincide, por otra parte, con las tesis defendidas por todos los dirigentes del PP en la pasada legislatura, cuando el Gobierno socialista aprobó un medicamentazo sobre 740 fármacos.

La dirección nacional del PP, pese a las desavenencias con su principal socio parlamentario, Convergencia i Unió, agravadas precisamente por el medicamentazo, no ha variado pese a ello sus planes electorales inmediatos. La maquinaria del partido en el Gobierno está en funcionamiento con la única perspectiva de los comicios autonómicos que se celebrarán el próximo otoño en el País Vasco. Esta planificación no quiere decir que un posible adelanto de las elecciones en Cataluña les vaya a pillar por sorpresa.