Acuerdo sobre información veraz

El torrente de declaraciones, condenas, artículos, y tomas de posición sobre la "información veraz" que durante semanas ha anegado la prensa escrita y audivisual de América Latina ha desembocado en un acuerdo a la altura de la mejor tradición retórica iberoamericana. En la declaración final de la cumbre, la información no sólo deberá ser veraz sino también "libre", y sin censura, ni restricción alguna

La polémica que movilizó a las principales organizaciones de editores de prensa, y a los propios profesionales de los medios, surgió de la pretensión de Venezuela, país anfitrión, de incluir en el documento final un capítulo sobre el derecho a la información veraz que incluía siete artículos que eran un compendio de buenas intenciones y algunas menos buenas con que los Estados saludan el derecho a la libertad de información, y a la libertad de expresión.

La pregunta indignada de quienes se oponían a la iniciativa del Gobierno de Rafael Caldera es: ¿Quién determina la veracidad de las informaciones?". Tras esta pregunta palpita la sospecha de que la iniciativa, en el fondo, trataba de otorgar a los Gobiernos poderes para determinar qué informaciones atentaban contra la verdad.

Excesos

El Ejecutivo venezolano, desde un borrador inicial muy duro, en el que se llegaba a afirmar que los periodistas "no tienen derecho a violar la privacidad de los hombres, a distorsionar la realidad, ni a manipular la opinión pública", ha ido retrocediendo ante la avalancha de críticas, entre ellas las de España. El texto consensuado, tan etéreo que no da lugar a la discrepancia, elimina el adjetivo veraz del título del capítulo. La redacción final dice que "por constituir requisito indispensable de la democracia, reafirmamos los derechos a la libertad de expresión, de información y de opinión, en los que se fundamenta el derecho que tienen las personas de recibir información libre, sin censuras ni restricción alguna".La declaración contendrá también una enérgica condena a los ataques o a cualquier forma de violencia o coacción contra los medios de comunicación o los periodistas. El Gobierno venezolano respondió a la ofensiva desencadenada por los principales grupos de comunicación de América Latina con anuncios, a toda página. En ellos se enumeran ocho declaraciones sobre la información veraz, dos de ellas españolas: el artículo 20 de la Constitución, que reconoce y protege el derecho a comunicar y recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, y el Libro de Estilo de EL PAIS.