Matutes, pone condiciones a La Habana

La sombra de la próxima cumbre, prevista para 1999 en La Habana y que ha levantado ciertas reticencias entre los países más críticos con Fidel Castro, ha comenzado a planear en la isla de Margarita. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, precisó que España no cuestiona su celebración, pero señaló que deberá efectuarse en el mismo marco de libertad de las anteriores ediciones.

"España no tiene nada que objetar en contra, pero al mismo tiempo sí cree que las mismas reglas de transparencia, de información a la población de los países en los que se celebran las cumbres, de contacto directo de los dirigentes con todas las fuerzas políticas, una serie de normas que han venido rigiendo en la celebración de las cumbres, deben seguir naturalmente respetándose cuando se haga en Cuba", declaró Matutes.

Aunque Matutes no lo dijera, esas son algunas de las condiciones que hoy se le formularán al presidente cubano en la sesión que se celebrará a puerta cerrada.

Por otra parte, la diplomacia española se confesaba ayer satisfecha por la mención a los derechos de España sobre Gibraltar en la declaración final de la VII Cumbre Iberoamericana, que también aludirá a la reclamación argentina sobre las islas Malvinas y a la injusta ocupación por Indonesia de la ex colo-nia portuguesa de Timor Oriental.

Sobre Gibraltar, la declaración recoge la fórmula propuesta por España, que dice: "Expresamos nuestro apoyo al proceso negociador entre España y el Reino Unido instaurado por la Declaración de Bruselas de 1984 para que, de acuerdo con la doctrina establecida por la ONU, se encuentre al contencioso de Gibraltar una solución negociada sobre la base del principio de la integridad territorial".