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Unos macrosondeos anónimos incluyen un numero que permite identificar al que responda

Las empresas de encuestas critican el uso comercial encubierto como sociológico

Dos encuestas exhaustivas -Estudio sobre el consumo de los hogares españoles (Consodata España) y Encuesta nacional de hábitos de consumo (VNU Claritas) han hecho saltar la alarma. La patronal del sector -Asociación Nacional de Empresas de Investigación de Mercados y de la Opinión Pública (Aneimo)- afirma que ambas pueden confundir, puesto que semejan cuestionarios sociológicos y en realidad persiguen construir un banco de datos para envíos comerciales. De hecho, una de ellas incluye un número de serie que permite identificar a quien responda.

En el caso de la encuesta elaborada por Claritas (este periódico no dispone en su integridad del texto de Consodata), cada ejemplar lleva un número que estas empresas llaman "de seguimiento". Los promotores de la encuesta pueden conocer qué número le ha sido enviado a cada ciudadano. Si un consumidor rellena el cuestionario pero no pone sus datos -posibilidad que se le ofrece expresamente en los folios remitidos-, ¿ese número de orden no bastará para que se le pueda identificar y se conozcan así sus niveles de gasto, o reciba ofertas que no quiera? "Técnicamente sería posible", responde Óscar López, subdirector del Instituto de Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo. "Pero entonces se incurriría en uso delictivo de datos", matiza.Las empresas acusadas aducen a su vez que el consumidor es libre de negarse a que sus datos se usen, y aseguran que en ese caso no se utilizan. "Claro que pretendemos construir una base de datos para el marketing directo", dice Ernesto Verbesk, director de VNU Claritas. "Los datos pueden servir tanto para estudios de mercado como para la investigación y la estadística

Ambas empresas informan de que la información que se obtenga estará protegida por la ley de Protección de Datos y que, si el cliente lo consiente, sus respuestas sé podrán facilitar a otras organizaciones de productos y servicios.

"Nuestra encuesta llegará a ocho millones de personas y esperamos unas 200.000 respuestas", dice Alfonso Pérez, director de Consodata España. "Eso alarma a la competencia". Pero en la carta de presentación, y en la primera página de la encuesta, advertimos de que los datos de quienes contesten serán enviados a grandes empresas que a su vez les ofrecerán sus productos; indicamos también que, si no se consiente en que esos datos sean ofrecidos a terceros, se nos indique".

Aneimo, como patronal, discrepa: "Ese tipo de encuestas carece de seriedad y transparencia: una encuesta de investigación debe ser anónima. La finalidad de esas encuestas es hacerse con bases individualizadas de datos que puedan luego venderse y comprarse. Ellos incentivan que se conteste, con concursos y premios. No les importa el valor estadístico, sino contar con un listado de posibles clientes".

Y Pérez opone: "No incentivamos, sabemos que responder a nuestra encuesta lleva al menos 40 minutos y, como agradecimiento, brindamos la posibilidad de concursar". VNU Claritas advierte de que para participar en el sorteo bastará "con devolver el cuestionario con su nombre y dirección completos, pero, por supuesto, no será necesario responder a todas las preguntas".

Y Aneimo critica: "La estrategia de ambas encuestas ha sido muy similar: aprovecharse del espacio y terminología de las encuestas e investigaciones sociales y de mercados. Reclamamos una actitud firme y transparente de Consodata España y VNU Claritas. Puede llegar un momento en que la gente, ante un cuestionario, sospeche: ¿me quieren encuestar o quieren venderme algo?".

Críticas

Las organizaciones de consumidores ya han criticado, en días pasados, la irrupción de este tipo de encuestas en los hogares. La Administración también matiza: "Es crucial que la gente sepa que la Administración no está detrás de este tipo de encuestas", dice Óscar López. "En el futuro habría que evitar que las empresas comerciales utilizasen títulos en sus estudios que parezcan responder a una iniciativa oficial o científica".

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