"Apoyo totalmente al juez Garzón"

Graciela Fernández Meijide, que lleva los apellidos de su esposo, Enrique, arquitecto, apoya activamente el procedimiento abierto por el juez Baltasar Garzón contra militares argentinos implicados en la desaparición de españoles. "Estuve declarando en Madrid. Lo apoyo totalmente". Su hijo Pablo fue detenido en su casa la noche del 22 al 23 de octubre de 1976 por cuatro hombres de paisano, con armas largas y pistolas: "Quédese tranquila, es sólo de rutina. Mañana, a las 8.30 lo va a buscar a la comisaría". Lo mismo escucharon muchos de los más de 10.000 desaparecidos. Graciela abrigó a su hijo en la despedida. "¿Pablo, andás en algo? No, mamá, me dijo". Le quedaron dos hijos.

Fernández Meijide confía en que la desaparición forzada de personas en la que trabaja Garzón sea declarada crimen de lesa humanidad, siente jurisprudencia internacional y caiga en el ámbito del genocidio para que algún día pueda, procederse al castigo, y en su caso, extradición de los culpables. La nueva diputada comparte la dirección de la Alianza con el ex presidente Raúl Alfonsín, quien dictó las leyes de- obediencia debida y punto final que exculparon penalmente a los militares. ¿Le incomoda? "Una vez que entré en política supe que tiene que existir mucha tolerancia si uno quiere cumplir su sueño y ayudar a construir un país democrático. Hay que sacrificar determinados gustos. Alfonsín ha tenido una actitud de mucha renuncia, la cual permitió que pudiera hacerse la Alianza. No es poca cosa".

El golpe de 1976 contra la nefasta Isabelita Perón marcó a la familia. "Discutí con mucha gente, incluso con mis amigos progres, que era tanto el odio que tenían por Isabel [Perón] que veían ese golpe anunciado como un alivio. No me imaginaba que nos iba a tocar como nos tocó, sentí mucho miedo todo el tiempo". Después de una larga militancia por los derechos humanos llegó al convencimiento de que la mejor forma de proseguirla era desde la política. En ella está. De golpe y a por todas.