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La Dama de Elche no admite experimentos

El interés por la civilización ibérica aumenta en el centenario del hallazgo de la escultura en L'Alcudia

La Dama de Elche es una "pieza estabilizada", con un equilibrio que se puede romper con "una corriente de aire o con una vibración". No tiene una "patología grave" y la singularidad de esta pieza única de principios del siglo IV antes de Jesucristo, imagen del arte ibérico, ha evitado hasta ahora "los experimentos". La directora del Museo Arqueológico Nacional, Carmen Pérez Díe, y el conservador Salvador Rovira reafirman que la obra "no debe viajar", de acuerdo con los informes técnicos que fueron aprobados por unanimidad por la Junta Superior de Museos. Era la respuesta a la petición de traslado temporal al museo arqueológico municipal de Elche, con motivo del centenario del descubrimiento, el 4 de agosto de 1897, en el yacimiento de L'Alcudia.El destino de la Dama, un permanente enigma desde su hallazgo, se ha unido al del Guernica, de Picasso, símbolo del arte contemporáneo, en las peticiones de traslados temporales a Elche y Bilbao, con el apoyo de ciudadanos, instituciones y los grupos parlamentarios, y la polémica en el mundo cultural político sobre los argumentos de los informes técnicos acerca del estado actual de las piezas. "Las dos obras permanecerán cada una en su sitio; la opinión pública cultural ha sido unánime en este sentido", dice un alto cargo del Ministerio de Educación y Cultura.

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Los visitantes del Museo Arqueológico Nacional, de Madrid, pueden observar a través del cristal blindado los restos de tierra en adornos y rostro de la Dama de Elche. La escultura ibérica, dicen Pérez Díe y Rovira, está estabilizada y un traslado puede poner en marcha un proceso de deterioro. "La Dama no se debe tocar. Desde su hallazgo permanece sólo con una conservación preventiva, ya que no ha sufrido ninguna restauración, salvo una somera limpieza. Es una pieza única y cualquier movimiento o intervención debería ser aprobada por un comité internacional como se ha pedido en alguna ocasión. Cualquier diagnóstico sobre la Dama requiere experiencia y profesionalidad. Aunque se dispone de técnicas avanzadas, no se pueden hacer experimentos con ella".

Aunque reconocen que la obra "no está estropeada, no tiene una patología grave", señalan como "problema serio" el desprendimiento de escamas de la epidermis, con una corriente de aire o vibración, que a su vez soportan la policromía que se mantiene en algunas zonas de los atuendos. Estos desprendimientos se pueden agudizar con los cambios de las condiciones climáticas y de la humedad relativa "por la emigración de las sales solubles", que se comportan de una forma dinámica. "Hay medidas para fijar lo que está dinámicamente inestable, pero el problema está en las soluciones químicas y su respuesta en estudios posteriores".

Otro argumento que divide a los especialistas son las muestras de materia orgánica para su estudio. Hasta el momento no se sabe si contiene materia orgánica, sólo posible en los fijadores de la policromía -el color es inorgánico, hecho con óxidos de hierro- en una proporción muy baja tras el paso del tiempo (la pieza tiene entre 2.300 y 2.400 años) y la contaminación. "Raspando toda la materia orgánica no se alcanzaría el límite necesario para hacer pruebas con el carbono l4".

Estos argumentos figuran en el informe presentado por el Museo Arqueológico Nacional a la Junta Superior de Museos, que decidió por unanimidad, el pasado 17 de octubre, que la Dama no viajara a Elche ni a ningún otro lugar. También se explican en el artículo 'Las posibilidades de análisis de una pieza singular', de Alicia Rodero y Salvador Rovira, en el libro colectivo La Dama de Elche. Lecturas desde la diversidad (Agepasa), donde los editores Ricardo Olmos y Trinidad Tortosa recogen las ponencias y debates de unos encuentros celebrados en la Residencia de Estudiantes, de Madrid.

El centenario del hallazgo de la Dama coincide con un nuevo interés por el mundo ibérico, con ediciones como La Dama de Elche (Albatros), de Rafael Ramos, y el colectivo La Dama de Elche, más allá del enigma, que recoge un curso de la UIMP en Valencia, y exposiciones como Los iberos, que va a recorrer París, Barcelona y Bonn a partir de octubre, y las que preparan el museo de Elche, en agosto, con el monumento de las Esfinges, y en septiembre con la organizada por el Ministerio de Educación y Cultura, Cien años de una dama, que después pasará al Arqueológico de Madrid. Esta muestra tiene carácter documental, desde el hallazgo en 1897, su venta a las dos semanas al arqueólogo e hispanista Pierre París con destino al Louvre, su traslado al Prado en 1941 por un acuerdo de intercambio de obras artísticas entre Franco y el mariscal Pétain y el posterior de 1971 al Arqueológico, donde está depositado.

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