¿Para qué sirve la OTAN?
En tiempos de la guerra fría, un dicho en la llamada comunidad estratégica occidental venía a clarificar suscintamente la utilidad de la OTAN: To keep the Americans in, the Russians out, and the Germans down; para mantener a los estadounidenses dentro (de Europa), a los rusos fuera, y, a los alemanes abajo.La guerra fría ha terminado. Las dos Alemanias se han unificado,. Y Rusia ha firmado un acuerdo de cooperación con su antiguo enemigo. Llegados a este punto, cabe preguntarse, ¿para qué sirve la OTAN?
Pues bien, fundamentalmente lo de los americanos dentro sigue siendo válido. La seguridad europea requiere aún la presencia estadounidense, por lo que aporta a una Europa que no quiere gastar más en defensa, y porque Estados Unidos actúa, aún, de pegamento entre los europeos, aunque éstos puedan aspirar ahora a una mayor autonomía. Lo de los rusos fuera ha perdido su sentido, salvo en una mínima dimensión residual. Más bien, lo que ocurre es que la Alianza Atlántica se ha situado en el centro de. la seguridad europea, una seguridad basada ahora en la cooperación y no en el enfrentamiento. La OTAN y las relaciones que mantiene con los países no miembros, plasmada a través del Acta con Rusia, del acuerdo con Ucrania, y del nuevo Consejo Euroatlántico. Además, la OTAN tiene que hacer frente a nuevos desafíos de pacificación, operaciones de mantenimiento de la paz y gestión de crisis en su entorno.
Mantener a los alemanes abajo tenía algo de real. Pero en realidad de lo que se trataba era de enmarcar el rearme alemán en un contexto de integración militar. Una vez conseguida la integración militar entre muchos países, la OTAN -y especialmente una estructura militar ampliamente renovada- sigue siendo útil para evitar una renacionalización de las políticas de defensa, especialmente si a la vez se consigue una mayor europeización.
¿Quiere esto decir que la OTAN vale para todo y para todos? Evidentemente que no.
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