Seis grandes incógnitas

La presidencia holandesa recnoció ayer que los Quince llegarán a la cumbre de Amstedam con seis grandes temas abiertos. Empleo. No hay acuerdo sobre la idea de que el Tratado otorgue base jurídica a la concesión de incentivos público para promover el empleo. Londres lo ve con poca simpatía Bonn y Madrid con abierta hostilidad. Los alemanes por miedo a tener que aportar más fondos a la UE y los españoles porque temen que acabe suponiendo un recorte de los ayudas estructurales.

Comisión Europea. Los países grandes defienden que se reduzca a 10 o 15 miembros. Lo pequeños exigen mantener u comisario por país. Alemania ha lanzado la idea de dejar la cosas como están hasta al ampliación.

Votos. Los grandes quiere reponderar los votos del Consejo de Ministros para mejora el peso de los países más poblados. Hay una posibilidad intermedia, la doble mayoría: que una decisión tenga el apoyo de la mayoría de países y que éstos representen un determinado porcentaje de la población. El problema es qué porcentaje. Tampoco hay acuerdo sobre qué temas pasarán a votarse por mayoría cualificada en lugar de por unanimidad.

UEO / defensa. El Reino Unido se opone al proyecto de que la Unión Europea Occidental acabe fusionándose con la UE. Los británicos siguen pensando que la OTAN debe ser el brazo defensivo de Europa.

Convenio de Schengen. Los Quince deberán pulir de qué fórma se podrá integrar en el Tratado el Convenio de Schengen sobre libre circulación de personas y cooperación policial. El problema es cómo integrar a Irlanda y el Reino Unido, que quieren acatar parte del convenio, pero no eliminarán los controles fronterizos. El caso danés es inverso: cómo permitir que renuncie a parte de Schengen si éste pasa a regirse por mayoría cualificada y no por unanimidad como hasta hoy.