Los últimos hallazgos sugieren que el asma siempre es alérgica

Si desde hace unos anos se pensaba que la mayoría de los casos de asma bronquial tenía un origen alérgico, los últimos hallazgos empiezan a sugerir que esta enfermedad respiratoria crónica siempre tiene una causa alérgica. "Sigue habiendo pacientes a los que se les etiqueta su asma de intrínseca o de origen desconocido. Pero no es porque se deba a otros factores no conocidos, sino más bien a alergenos aún no identificados", admite Miguel Hinojosa, especialista del servicio de Alergología e Inmunología Clínica del hospital Ramón y Cajal, de Madrid.El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios, sin que exista afectación del resto del pulmón. Como consecuencia de ese proceso inflamatorio aparece hiperactividad bronquial: los bronquios se hacen muy sensibles y responden a diversos estímulos (alergeno responsable, ejercicio físico, aire frío, ambiente contaminado, emociones).

Esa respuesta se traduce en dificultad respiratoria, sensación de opresión, pitos o sibilancias en el pecho y tos persistente, sobre todo por las noches. "Muy recientemente, por estudios de biopsias bronquiales, se ha confirmado", expresa Hinojosa, que como consecuencia de la inflamación se produce un remodelado bronquial, es decir, una lesión por la reparación o reestructuración de la inflamación. Si no se actúa pronto, ese cambio estructural en los bronquios puede ser irreversible".

Como señala César Picado, jefe de la sección de Neumología y alergia respiratoria del hospital Clínico y Provincial de Barcelona, aunque el asma puede empezar a manifestarse a cualquier edad, es más frecuente que aparezca en la infancia, especialmente en los cinco primeros años.

Al principio los síntomas pueden ser vagos, según advierte Picado, y se corre el riesgo de que pasen meses hasta que el niño sea diagnosticado. "Es muy importante observar", añade, "si el pequeño emite ruido desde el tórax al respirar mientras duerme y si tiene tos nocturna persistente que no responde al tratamiento. Porque en estos casos es obligado consultar inmediatamente al pediatra para que le remita al especialista y se le haga un completo estudio alergológico".

Los dos expertos coinciden al subrayar la importancia del diagnóstico etiológico o causal del asma, ya que es "la única manera de controlar correctamente la enfermedad". Destacan igualmente que un niño asmático bien tratado puede jugar, hacer deporte, viajar, ir de campamento y llevar una vida completamente normal. Las mismas pautas se pueden trasladar a la situación del adulto.

Los principales agentes inductores del asma son los neumoalergenos o sustancias alérgicas que penetran en el organismo por inhalación. Los más frecuentes son los ácaros del polvo doméstico, los pólenes, los hongos ambientales y los epitelios de animales. Existen también neumoalergenos ocupacionales, que se inhalan en el puesto de trabajo. El látex de los guantes de goma y otros elementos quirúrgicos, las harinas de los cereales, ciertos componentes de los tintes de peluquería, algunas enzimas que se emplean en la elaboración de medicamentos y el serrín de la madera son los más importantes.