Veteranía y prestigio de Brown

La Universidad de Brown ha organizado esta semana un seminario dedicado al español, con la intervención, entre otros, de Julián Ríos, Carlos Fuentes y Juan Goytisolo, y mañana celebra el Día de la lengua Española, durante el cual se otorgarán doctorados honoris causa a los escritores Carlos Fuentes y Rosario Ferré; al catedrático y secretario de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y al presidente de PRISA, Jesús de Polanco.Brown es una de las instituciones académicas de enseñanza superior más veteranas y prestigiosas de Estados Unidos. Situada en lo alto de una colina en la localidad atlántica de Providence, la historia de Brown se remite a los tiempos en que Rhode Island era colonia británica. Actualmente es la segunda universidad nacional en calidad de enseñanza y la octava en la tabulación general que elabora anualmente la revista US News & World Report y que sirve de referencia académica indiscutida.

Esta importante clasificación coloca a la Brown University en el grupo de instituciones como la Yale University (en Connecticut, ocupando el primer lugar de la lista), Princeton (Nueva Jersey), Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (ambos en Massachusetts). Sin embargo, dentro del restringido círculo de la prestigiosa lvy League, a la cual pertenece, Brown es la primera en términos de calidad y eficacia de la enseñanza. Según este parámetro, Brown es la segunda del país, sólo por detrás del Darmouth College de New Hampshire. Brown es ciertamente una universidad pequeña en comparación con el grupo de cabeza en que se encuentra. Su alumnado asciende a un total de 7.163 estudiantes, con una proporción de 13 alumnos por profesor.

Pero su longevidad (fue inaugurada en 1764) y su emplazamiento, en el área de mayor riqueza histórica de Estados Unidos, donde se establecieron las primeras 13 colonias en Nueva Inglaterra, ha hecho de ella un entorno de élite. En Brown han estudiado, por ejemplo, entre otras personalidades, John F. Kennedy Jr. (el hijo del ex presidente de EE UU y actual editor de la revista George) y el negociador de la paz en Bosnia Richard Ho1brooke. Los hijos de otros ilustres están ahora. mismo inscritos en Brown, como, por ejemplo, los del empresario de medios de comunicación Ted Turner y los del violinista Ytzhak Perlman, quien también va a recibir una condecoración de Brown durante las ceremonias de graduación de esta primavera.

Aunque la Universidad de Brown dedica la mayor parte de sus recursos a los estudios de' licenciatura y los estudiantes de posgrado son una minoría, algunos de sus programas de investigación y doctorado son reconocidos como los de mayor prestigio de Estados Unidos.,

Concretamente, un estudio llevado a cabo en 1995 por la agencia federal National Research Council (Consejo Nacional de Investigación) entre 274 programas de doctorado de EE UU determinó que el área conjunta de español y portugués de la Brown University era la primera en cuanto a calidad del profesorado.

La cátedra de estudios hispánicos, que preside actualmente el peruano Julio Ortega, está integrada por 10 profesores y recibe la visita especial, varias veces al año, del mexicano _Carlos Fuentes, quien será uno de los galardonados el próximo lunes en un acto que se abrirá con su discurso en el principal edificio del campus, Sayles Hall. La cátedra de español organiza también de manera sistemática visitas de profesores y escritores de Venezuela y México.

El presidente de la Brown University desde 1989 es Vartan Gregorian, un iraní formado en California que antes de acceder a este puesto había desempeñado, aparte de otros cargos académicos en distintas universidades de todo el país ,al del presidente de la Biblioteca Pública de Nueva York. En su discurso sobre "el estado de la universidad" del mes pasado, Gregorian recordó que Brown era una "universidad en el sentido de comunidad, no como un grupo de facultades dispersas bajo un mismo nombre", y que su principal compromiso era con el aspecto educativo de la enseñanza superior.

"Las universidades son organizaciones muy frágiles y vulnerables a presiones externas e internas", dijo también Gregorian. "No debemos aceptar una paz y armonía artificiales sacrificando la libertad de expresión y la libertad académica. Nuestra universidad debe seguir siendo un santuario de ideas. Todas las universidades deben ser las garantes de la libertad de expresión. Los tribunales por sí mismos no son suficientes".