Aluvión de alegaciones contra el vertedero de la incineradora

Madrid - 07 abr 1997 - 00:00CEST

, El depósito de seguridad de Valdemingómez, necesario para enterrar las cenizas y escorias que expulsa la incineradora tras la combustión, recibirá el miércoles cientos de alegaciones de la izquierda regional, los grupos ecologistas -Greenpeace ya ha entregado su queja repartida en siete apartados-, las asociaciones de vecinos y ciudadanos particulares.

Es la segunda vez que este proyecto, redactado hace más de dos años, sale a información pública. Y la segunda vez que recibe cientos de quejas.

En febrero de 1996, en la Consejería de Medio Ambiente se registraron 406 alegaciones contra el proyecto de vertedero de seguridad. Después de un año de estudios y de que el Ayuntamiento presentase una serie de mejoras del futuro vertedero, la Comunidad de Madrid decidió sacar nuevamente el proyecto a información pública durante un mes. El plazo concluye el miércoles y, para ese día, hay previsto un peregrinaje a la consejería de Medio Ambiente donde se presentarán las nuevas quejas.

El depósito de seguridad que pretende el Ayuntamiento se encontrará con cerca de 1.000 alegaciones, según explicó a este periódico Nicasia de la Cruz, portavoz de Medio Ambiente del grupo municipal de Izquierda Unida: "A las alegaciones de los grupos ecologistas y políticos se sumaran casi 1.000 alegaciones individualizadas de los vecinos del distrito de Vallecas Villa, que son los que más están sufriendo las consecuencias del funcionamiento de la incineradora", explica.

El ejecutivo regional, competente para aprobar o denegar el último permiso necesario para que la incineradora funcione a plena capacidad, se encontrará de nuevo con un problema que afecta al Gobierno municipal.

Mediciones incorrectas

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Esta asociación ecologista termina su alegación contra el vertedero señalando que el estudio de impacto considera positivo la creación de puestos de trabajo relacionados con el depósito. "Ahora bien, no dan un número exacto de los puestos de trabajo que se crearán y olvidan que, sea cual sea la cifra será notablemente inferior los puestos que se podrían crear con un plan de recogida selectiva, compostaje, reutilización y reciclaje de los residuos que- producen las ciudades" .El Ayuntamiento, por su parte, asegura que las cenizas y escorias que expulsa la incineradora durante la combustión no son tóxicas, según el estudio que se ha llevado a cabo.

Izquierda Unida desconfía de este estudio y asegura que, por ley, los desperdicios de la combustión de basura son tóxicos: "Llevan muchos metales pesados que hay que registrar. Pero nadie nos ha dicho todavía cómo se están haciendo las mediciones".

La Consejería de Medio Ambiente ha obligado al Ayuntamiento de Madrid a construir este depósito de seguridad para enterrar las cenizas de la incineradora de Valdemingómez. Pero los responsables municipales aclaran que se trata de residuos inertes y, por tanto, que podrían ser vertidos en el actual vertedero sin que hubiera que temer ningún peligro.

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