Batalla campal en Baja Sajonia contra los residuos radiactivos

El transporte por carretera en camiones articulados de seis recipientes con residuos radiactivos, que desde hace cinco días mantiene Alemania con el aliento contenido, quedó listo ayer al mediodía para el trayecto final, que amenaza con convertirse en un auténtico calvario por las acciones de los manifestantes antinucleares en una región que se encuentra en un estado de excepción fáctico. Veinte kilómetros sep4ran la- estración de tren de Dannenberg del cementerio nuclear de Gorleben, pero nadie se atreve a pronosticar cuánto, durará el transporte, que está previsto se inicie hoy, entre, esos dos lugares.

Los manifestantes están dispuestos a todo y así lo pusieron de manifiesto en la noche del lunes, cuando consiguieron retrasar ocho horas el tren entre Luneburgo y Dannenberg, separadas por solo 100 kilómetros. Algunos se ataron con cadenas a las vías y luego se r ociaron con cemento hasta quedar pegados por completo.La policía tuvo que arrancarlos literalmente con martillos compresores, para romper. el cemento y dejar así la vía libre. Al mismo tiempo, en las rutas previstas para el transporte por carretera, en el tramo final entre Dannenberg y Gorleben -dos localidades del estado de la Baja Sajonia-, topos humanos aprovecharon, la noche para cavar túneles y dejar el asfalto reducido a una fina capa incapaz de soportar el peso del Castor, nombre resultante de las iniciales inglesas de Recipiente para almacenaje y transporte de material radiactivo.

Contradicciones

El ministro de Medio Ambiente del estado libre de Baviera, el socialcristiano Thomas Goppel (CSU), puso de vuelta y media al del Interior de Baja Sajonia, el socialdemócrata Gerhard Glogowski (SPD). Goppel declaró en la televisión pública ARD que no se explica cómo unos caóticos pueden socavar las carreteras impunemente, cuando hay uña relación de tres policías por cada manifestante. Glogowski respondió que lo mejor que puede hacer Goppel es cerrar el pico y le acusó de no haber puesto a disposición del operativo más que una cantidad mínima, de policías de Baviera.

Otro conflicto ha surgido entre, los expertos sobre la seguridad del Castor. Un catedrático de Giessen, Elmar Schlich, que fue uno de los que intervino en la creación del recipiente, declaró que el cierre del Castor no es hermético por completo y así se comprobó en tres de 10 experimentos.

En enfrentamientos entre policías y manifestantes ayer hubo 300 detenidos. La región, según informan corresponsales de la agencia alemana DPA, se encuentra "en estado de excepción", con comercios cerrados y escuelas donde no hay clases y hasta un médico que no pudo acudir a una visita, a un enfermo, porque las carreteras están cortadas.