Europa, la dignidad humana y la investigación
El pasado 28 de febrero, en las páginas de Sociedad de su diario, he leído con enorme interés el seguimiento que parece tener, su periódico en un tema científico de tantísima importancia como es la protección de la dignidad humana en la aplicación de la biología y la medicina. Me cuesta creer que su diario ignora que el Consejo de Europa (no la Unión Europea, ni tampoco el Parlamento Europeo -para que no haya equívocos-), y más concretamente la asamblea parlamentaria de esta organización, aprobó un convenio básico de control, para que las investigaciones no traspasen el límite de la dignidad humana, en el que -por supuesto- habrá que continuar trabajando y conseguir que todas las legislaciones se homologuen en esta importante materia.Y mi extrañeza precisamente viene porque uno de los diputados que más trabajó para consensuar este proyecto de convenio fue nada más y nada menos que el doctor Marcelo Palacios, diputado socialista y miembro de esa asamblea parlameria en la anterior legislatura. Es decir, que el doctor Palacios y muchos. diputados más de esos 40 países formaron una comisión europea para, ¡precisamente!, evitar que la técnica de clonación sea aplicada al ser humano.Luego, como puede apreciar en la lectura de esta carta, Europa no está ahora preocupada, sino que lleva mucho tiempo no sólo preocupada, sino trabajando en este sentido, en él seno de ese órgano parlamentario del Consejo de Europa que es la asamblea parlamentaria y también en el comité director, creado en su día para agilizar los trabajos en la legislación y disposición del convenio.
Además, la representación permanente de España ante el Consejo de Europa, a través de su embajador, don Guillermo Kirkpatrick, defendió ante el Comité de Ministros del Consejo de Europa que este importante convenio, que abre, las puertas al control en las investigaciones para la defensa de la vida y de la dignidad humana, se abriera a la firma de España, acto que -sin duda- tendrá lugar a Primeros del mes de abril.
Por otra parte, quisiera dejar bien claro que ni Marcelo Palacios ha hecho él solito el convenio y la gestión política de llevarlo a firmar a Oviedo, ni tampoco el embajador Kirkpatrick ha escrito el convenio. Sin duda, lo que está bien claro es que España ha contribuido con dos excelentes profesionales en un tema de vital importancia para la humanidad.
A ver si aprendemos a trabajar juntos todos en proyectos que van más allá de las ideologías, los partidos, las consignas partidistas, las pugnas, las zancadillas y las trapalladas políticas; y aunque sólo sea en temas que atañen a valores, como el respeto a la vida, la clase política, los medios de comunicación y la sociedad en general, sepan ponerse a la - misma altura de dignidad que este convenio, que nace con el deseo de que los progresos de la ciencia sirvan al hombre, y no que sea el hombre una cobaya al servicio de la ciencia y la investigación.- Funcionaria de representación permanente de España en el Consejo de Europa. .
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