Satisfacción entre los judíos por la decisión de Menem

La identificación de los saqueadores nazis ocultos en Argentina parece ir en serio. El pasado año, Simón Samuels, vicepresidente del Centró Simón Wisenthal, lamentaba que el Gobierno de Carlos Menem le hubiera prometido abrir el Banco Central para rastrear el oro nazi "pero nunca se cumplió"'. Este lunes, se repetía el anuncio: el presidente ordenó abrir el Banco Central. Su ministro de Interior, Carlos Corach, asegura que las instrucciones son ahora taxativas: "Apertura total' de los registros del Banco Central para que de forma inmediata sea cotejado el listado de 334 personas con las constancias del registro". "Finalmente recibimos una respuesta", celebró. el titular del Centro Wisenthal en América Latina, Sergio Widder.Los nazis poseían en Argentina bienes e inversiones por un valor de entre 200 y 341 millones de dólares, el 15% de sus activos en el exterior, asegura un informe estadounidense citado por la agencia Efe desde Washington. No parece descabellada la cifra a juzgar por el número de células de identidad, 8.000, y pasaportes, 2.000, concedidos a mandos nazis por el presidente en esas fechas, general Juan Domingo Perón, según Pedro Bianchi, abogado defensor del ex-capitán de las SS, Erich Priebke, extraditado el pasado año a Italia.

Menem ha decidido enseñar los archivos bancarios después de que varias entidades judías, entre ellas el Centro Wisenthal, aportaran un listado de 334 Personas, jerarcas nazis, administradores de campos de concentración, oficiales de las SS o de la Gestapo, que pudieron haber abierto cuentas en Argentina con los bienes despojados a sus víctimas enviadas a las cámaras de gas. El Gobierno parece dispuesto a estudiar más a fondo las transferencias de fondos efectuadas entre 1938 y 1945, año en que terminó la II Guerra Mundial, o justo después. Hasta ahora, los investigadores únicamente pudieron analizar carpetas que archivan las entradas de oro en el país, y su procedencia, principalmente de Suiza, Portugal o España como países neutrales, pero sin identificar a las personas interpuestas o directos beneficiarios.

Rubén Beraja, que integra una comisión internacional encargada de auditar cuentas bancarias para localizar el miserable tesoro, sostiene que "más allá de los económico, es importante esclarecer esto para que terminemos de comprender qué sucedió en esos años siniestros".