Avance imparable de los rebeldes hacia Kisangani, tercera ciudad de Zaire
Los rebeldes zaireños de Laurent Kabila se acercan peligrosamente, y de forma imparable, a Kisangani, la capital de la provincia zaireña del Alto Zaire y tercera ciudad del país. Mientras tanto, decenas de miles de refugiados ruandeses que abandonaron el campamento de Tingi Tingi huyen hacia la antigua Stanleyville y hacia el interior de Zaire.
La caída de Kisangani, último aeropuerto del este de Zaire en manos del Ejército gubernamental, seria un golpe brutal para las tropas del presidente Mobutu Sese Seko. Los, rebeldes encabezados por Laurent Kabila han exigido la renuncia de Mobutu para firmar un alto el fuego.La rebelión encabezada por los banyamulenges (tutsis zaireños) controla una franja de más de mil kilómetros junto a las fronteras de Uganda, Ruanda y Burundi y ha penetrado profundamente en este gigantesco país del corazón de África.
El jefe de la rebelión lanzó un ultimátum a los oficiales de las Fuerzas Armadas Zaireñas (FAZ) para que se unan a sus tropas, según anunció ayer el portavoz de Kabila, Ingala Gwamona. "Los oficiales superiores de las FAZ tienen hasta el 31 de marzo para deponer las armas y unirse a las fuerzas del pueblo".
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), por su parte, reaccionó ayer de forma prudente al llamamiento de Kabila, que invitó a la organización humanitaria a volver a Tingi Tingi, "con el fin de socorrer a los miles de personas que han vuelto al campo", tras la conquista por los rebeldes de la ciudad de Lubutu, cercana al campo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo ayer que una fuerza militar internacional podría jugar un importante papel para llevar ayuda humanitaria a Zaire.
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