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FÍSICA: AGUJEROS NEGROS

Stephen Hawking pierde una apuesta

El brillante físico teórico Stephen Hawking ha perdido, al parecer, una famosa apuesta que hizo hace seis años sobre un problema de implicaciones cosmológicas. La apuesta, con dos colegas de Caltech (California), era que las singularidades desnudas no podían existir, y ahora parece que cabe la posibilidad de que sí existan. En una visita a Caltech, Hawking ha reconocido que John Preskill y Kip Thorne le han derrotado por un cuestión de "tecnicismos". Se habían apostado 100 libras y unas prendas "con un mensaje impreso que reconociese la derrota".Una singularidad es un punto matemático en el que el espacio y el tiempo se hacen infinitos, donde la materia es infinitamente densa y donde las reglas de la física relativista y la mecánica cuántica se rompen. Se cree que se esconden singularidades en el interior de los agujeros negros, de los que ni la luz ni, ninguna clase de señal puede escapar (la existencia de media docena de ellos en el universo se ha inferido por sus efectos a su alrededor, no porque se hayan visto). Una singularidad desnuda estaría desprovista de la protección de un agujero negro y sería visible, en, principio, para observadores externos.

Hawking, Preskill y Thorne se ven a menudo en reuniones científicas, y en una de ellas, Hawking, aunque fue incapaz de justificar por qué no creía en las singularidades desnuda, propuso su apuesta. Debido a sus implicaciones teóricas de gran alcance, la noticia se propagó entre físicos de todo el mundo.

Ahora, Preskill y Thorne han ganado la apuesta gracias a los cálculos realizados con un superordenador por Matthew Choptuik, de la Universidad de Tejas en Austin. A partir de un análisis matemático, Choptuik llegó a la conclusión de que podían existir circunstancias especiales en las que una singularidad desnuda pudiera ser creada por el colapso de un agujero negro provocado por la naturaleza. Aunque improbable, es posible.

No se ha visto ni ha detectado directamente una singularidad, cuya existencia es una consecuencia desconcertante pero la inevitable de la Teoría General de la Relatividad de Einstein. Las singularidades se formarían como consecuencia del colapso gravitatorio de estrellas masivas; en un momento determinado el espacio que rodea el objeto que colapsa se vuelve infinitamente curvo y forma un agujero negro.

'Censura cósmica'

El problema al que se enfrentan los astrofísicos para buscar información directa sobré singularidades en el interior de agujeros negros es que éstos tienen un horizonte de sucesos que oculta para siempre todo lo que hay en su interior, incluidas las singularidades. Si el horizonte de sucesos de un agujero negro pudiera ser eliminado, la singularidad quedaría al descubierto. Algunos teóricos hablan de una censura cósmica que frustra todo intento de ver singularidades desnudas.Preskill dijo que si de alguna manera surgiera una singularidad desnuda de este tipo, "podría producirse un destello o una explosión, algo extremadamente luminoso que podríamos tener la esperanza de ver". Hawking ha dicho que incluso a la luz de los nuevos cálculos, no hay ninguna forma "genérica" en que las singularidades desnuda pudieran formarse según las leyes de la física conocidas. Preskill ha replicado: "Stephen, me sorprende que precisamente ti digas eso. Hay una singularidad desnuda cuya existencia aceptamos todos: el Big Bang, el propio universo".

Hawking se ha negado a reconocer que ha perdido definitiva mente la apuesta con Preskill y Thorne y se ha apostado con ellos que, aunque se ha encontra do un conjunto muy limitado de condiciones en las que se podrían crear singularidades desnudas, no se han encontrado condiciones generales. Y el mensaje que ha hecho imprimir en unas camisetas al perder la apuesta difícilmente reconoce la derrota: "La naturaleza aborrece una singularidad desnuda". Preskill ha dicho: "Todo esto es importante. Si queremos llegar a entender algún día las singularidades, debemos hacerlo en términos de alguna teoría aún no descubierta de la gravedad cuántica, y eso será una revolución en física. Pero todavía falta".

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