La música de 'EI cant dels ocells' culmina el funeral de Joan Coromines
El filólogo Joan Coromines i Vigneaux fue enterrado ayer, en Barcelona, en un día frío, claro y con mucho viento. Su funeral se celebró en la basílica de Santa María del Mar y fue oficiado por Jaume Trasserra, obispo auxiliar de Barcelona. Lo acompañaron cientos de ciudadanos y las primeras autoridades catalanes: Jordi Pujol, presidente de la Generalitat; Joan Reventós, presidente del Parlament; el alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas. Los compases de El cant dels ocells, el célebre canto popular musicado por Pau Casals, despidió el ataúd de Coromines, camino del mausoleo familiar.La homilía del obispo recogió todo lo que ha venido diciéndose del filólogo en estos últimos días de duelo: su querencia por el trabajo bien hecho, su libertad e independencia científica, su carácter de tenaz patriota, su generosidad, su humildad y su permanente deseo de pasar inadvertido frente a cualquier exceso cortesano o protocolario. Al Final de su parlamento, el obispo Trasserra pidió con énfasis: "Que la palabra nos ayude a vivir".
En su recordatorio se rezó el padrenuestro y se recitaron unos versos de su padre, Pere Coromines, escritor, filósofo y político.
