Polémico retraso de la aprobación de los Presupuestos en el Senado

La aprobación en el Senado de los Presupuestos Generales del Estado para 1997 se aplazó ayer hasta hoy, en medio de una fuerte polémica, por la negativa socialista a votar el articulado de la ley, al entender que no incluía las enmiendas introducidas en la Cámara.El portavoz popular para temas económicos, Francisco Utrera, señaló que es la primera vez que se exige a los servicios de la Cámara las cifras definitivas tras haber quedado aprobadas las enmiendas de adición y disminución de ingresos y gastos.

Los socialistas expresaron sus dudas acerca de que las cifras ofrecidas fueran solventes. Aunque el Grupo Popular se mostró convencido de que sí lo son, el presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, aplazó. la sesión hasta hoy. Los populares han prometido verificar todas las partidas para que cuadren.

Según el PSOE, se han incrementado los ingresos en 17.000 millones, y los gastos en 27.000, lo que aumentaría indebidamente el déficit público en 10.000 millones. O es un error, dijo el portavoz de Presupuestos del PSOE, Octavio Granado, "o se ha intentado introducir de tapadillo alguna modificación que ya venía del Congreso". El ex ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, considera, por su parte, que lo sucedido refleja "rasgos de incompetencia importantes".

Como consecuencia del aplazamiento, la agencia de viajes con que trabaja la Cámara Alta tuvo una tarea especial, ya que canceló un centenar de pasajes aéreos de los senadores.

El incidente se suma al del pasado martes durante la tramitación de ese importante proyecto de ley en el pleno del Senado. Un error de votación del PP y CiU dejó en suspenso, por unas horas, la rebaja del impuesto de sociedades para las pequeñas y medianas empresas del 35% al 30% para los primeros 15 millones de pesetas de beneficio. La Mesa de Portavoces acordó repetir la votación al día siguiente.

En esa ocasión, el Grupo Socialista achacó la equivocación a un problema de comunicación entre populares y nacionalistas catalanes, mientras que el PP y CiU lo consideraron un error técnico.