Cebrián: "El uso de la lengua como bandera es alevoso"
¿Qué tres incorreccione ve en los medios de comunicación que deplora como académico? A Juan Luis Cebrián le irrita el dequeísmo en radio y televisión, y también el uso abusivo de la expresión a nivel de o el uso "curioso y frecuente" en sentido contrario a su verdadero significado de la palabra enervar ("debilitar, quitar las fuerzas", según el diccionario).Para el nuevo miembro de la Real Academia Española, elegido ayer, "hay dos clases de periodistas, los que escriben bien y los que escriben mal", y considera que hay un periodismo que degrada la lengua y otro que la enaltece. "Para tratar de evitar el problema del mal uso frecuente del idioma por los medios de comunicación se han hecho esfuerzos con los libros de estilo. También hay influencias perniciosas de las nuevas tecnologías, pensadas sobre todo para ser utilizadas a través del inglés".
El nuevo académico considera que, con su entrada y la de Luis María Anson, la Academia "ha tratado de incorporar no el mundo del periodismo sino el de los medios de comunicación". A su parecer, "aunque el lenguaje escrito recoge muchos neologismos", quien tiene una influencia definitiva en el, idioma "es la radio y la televisión, sobre todo, la radio".
Cebrián está convencido de que tiene sentido la Academia en tiempos de eclosión audiovisual y le parece que la institución puede desarrollar un papel eficaz y funcional en diversos aspectos. "Aparte del cuidado del diccionario", dice, "la Academia es un instrumento de representación y debería ganar influencia social y ser un importante centro de re flexión y meditación común en torno a la cultura y al uso del idioma".
Identidad colectiva
El nuevo académico dice que hay algo significativo -"por decirlo un tanto provocadoramente" en el nombre de la institución para, la que ha sido elegido: "Real Academia Española, y no Real Academia del Estado Español". "Quiero saber que existe una identidad colectiva del español que debemos defender y desarrollar", añade, "y que no es contradictoria. con las entidades vascas o catalanas o gallegas que pueda haber en nuestro país. El curso de los acontecimientos en el tema autonómico debe tener en cuenta la existencia de una cultura española como tal, de una lengua, el castellano, que se llama español en todas partes del mundo y que no debe convertirse en una bandería ni en signo de separación ni enfrentamiento entre las diversas comunidades que hay en España". Cebrián cree que el problema de las lenguas "no existe entre los ciudadanos", y que es un asunto que está siendo utilizado, "a veces alevosamente, por parte de los partidos políticos".La idea de la lengua como instrumento de diálogo hace que le parezca lógico que los nuevos medios, con Internet como el más destacado en la actualidad, tengan una influencia cada vez más notable. "Hay que atender este problema", dice respecto a la asimilación creciente de barbarismos y neologismos, algo que en sí "no es una cosa mala". En su opinión, muchas veces no es el empleo de neologismos, "que pueden ser perfectamente aceptables", lo que genera una "distorsión formidable", "sino construcciones que se traducen literalmente y traducciones de palabras de otros alfabetos o de las lenguas orientales".
Juan Luis Cebrián, que prepara un libro cuyo título provisional es Carta a un joven periodista, cita entre los profesionales a los que ha admirado a Jesús de la Serna -"Ha sido mi maestro en muchas cosas"- y a su padre, Vicente Cebrián, también periodista. "Trabajé muchos años y aprendí mucho de Emilio Romero", añade, "y también he aprendido de los reporteros y de todo tipo de colaboradores". Mariano José de Larra le parece un periodista clave. Considera que su obra es un ejemplo de cómo debe ejercerse "la función crítica frente al poder y la sociedad".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.