"Se están dedicando pocos esfuerzos a las enfemedades emergentes"
La incógnita que despejó el equipo de Jean Luc Montagnier hace 12 años identificando un nuevo agente infeccioso -el virus del sida- recuerda a la que hoy plantea el mal de las vacas locas. Se trata de enfermedades emergentes a las que no se están dedicando "suficientes fondos y esfuerzos", criticó ayer en Madrid el virólogo del Instituto Pasteur, de París."Hay que incentivar la investigación sobre enfermedades como el sida o las causadas por priones, como el mal de las vacas locas. Hoy en día es una prioridad", recalcó el investigador francés en unas jornadas sobre vacunas celebradas en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Su equipo ha entendido la urgencia. El trabajo de Montagnier a corto plazo es el desarrollo de unos test de diagnóstico precoz de las encefalopatías causadas por priones, tanto en animales como en seres humanos. A más largo plazo, busca, como varios equipos científicos en todo el mundo, alguna explicación a la mutacion que sufren las proteínas -priones- que transmiten, el mal de las vacas locas. "Estamos tratando de ver si la transformación de la proteína se debe a otro agente infeccioso hasta ahora desconocido", explicó Montagnier.
Pero el virólogo no ha abandonado la lucha contra el sida, como investigador y como presidente de la Fundación Mundial de Investigación y Prevención del Sida que creó en 1993 al amparo de la UNESCO. Los avances terapéuticos de este año le llevan a declararse "razonablemente optimista", aunque sin bajar la guardia. "Hay que saber que existen ciertas limitaciones a estas mejoras. La primera es que no consiguen realmente curar el sida. Lo que se obtiene es una establización del paciente. De la misma forma, y dado que son terapias muy novedosas, no sabemos si a lo largo no habrá aparición de resistencias".
Por ello, Montagnier consideró útil desarrollar tratamientos coadyuvantes de estas terapias farmacológicas para tratar de mejorar el sistema inmunitario del paciente. "Para que estos tratamientos terminen el trabajo iniciado por los antivirales. De esta forma", prosiguió, "podemos imaginar en un futuro que si cogemos a pacientes y los tratamos lo antes posible tal vez seamos capaces de curarlos".
Entre las nuevas líneas de investigación, Montagnier apuesta por un mayor esfuerzo en vacunas terapéuticas -una de ellas se va a probar en España-, diseñadas para tratar de restaurar el sistema inmunitario en Personas ya infectados. "También hay todo un campo en las citoquinas, como puede ser la interleukina 2, el interferon y en las quimioquinas, que aparentemente son muy interesantes para disminuir la virulencia misma del VIH".
No hay que dejar atrás el desarrollo de nuevos fármacos contra las enfermedades oportunistas que minan la salud de los afectados por el sida "y también algo muy interesante como es el uso de antioxidantes, porque se ha comprobado que en esta enfermedad hay mucho estrés oxidativo que empeora al paciente", concluyó Montagnier.
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