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Waigel exige reducir la aportación alemana a la UE y dice que España se lleva "la parte del león"

El ministro federal de Hacienda, el socialcristiano de Baviera Theo Walgel (CSU), en una carta al canciller federal, el democristiano Helmut Kohl (CDU), con copia a los restan tes miembros del Gabinete alemán, pide apoyo para "una nueva ordenación del futuro sistema de financiación de la Comunidad" 'La carta, "confidencial, no para publicar" , destaca que, España es el país más beneficiado y Alemania el más perjudicado de los fondos comunitarios. Waigel advierte: "Nuestro objetivo prioritario tiene que ser frenar el generalizado crecimiento del gasto en el presupuesto de la Comunidad".

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La beneficiaria más modesta y en relacion al PIB

En su carta a Kohl, Waigel añade dos páginas de gráficos con cifras confidenciales de la Unión Europea sobre los países pagadores y receptores netos de los fondos comunitarios. Según esos gráficos, en 1995 España ha llevado la parte de león y es el máximo receptor neto de los fondos comunitarios europeos: 7.500 millones de ecus (1,2 billones de pesetas al cambio actual), que representan un 39,1 % del total de los países perceptores netos. El jefe del Gobierno español, José María Aznar se entrevistó con Kohl el pasado día 15. Escribe Waigel a Kohl que en el centro de la discusión sobre las aportaciones al presupuesto europeo', se encuentra nuestro' alto saldo neto, en comparación con los otros Estados miembros". A continuación, Waigel advierte a Kohl sobre un "material de cifras confidenciales referentes al año 1995, que la Cormisión Europea, ha puesto a disposición de los estados miembros. Sobre esa base el ministerio federal de Hacienda ha calculado los saldos netos del año l995". Estas cifras se exponen a Kohl en dos gráficos anexos a la carta del ministro -que llevan el membrete del Ministerio Federal, de Hacienda y la advertencia: "Personal. Confidencial. No destinado para, su difusión". Explica Theo Waigel en su carta que "por desgracia, por un acuerdo previo estas cifras sólo se podrán publicar, cuando las confirme el Tribunal de Cuentas europeo. Yo espero esto para finales de este año".Waigel llama la atención de Kohl "sobre los resultados de nuestros cálculos" y "unos gráficos impresionantes". Añade el ministro, "tal como usted puede ver en los anexos", los datos de la aportación alemana: 11.500 millones de ecus (casi 1,86 billones de pesetas al cambio actual), en tomo al 60% del total de los pagos de la Unión Europea (UE). Según este cálculo, Alemania paga 141 ecus (Casi 23.000 pesetas) per capita al presupuesto de la UE, un 0,63% del Producto interior bruto (PIB) alemán.

Reforma pendiente

Expone a continuación Waigel cuáles deben ser los objetivos prioritarios de Alemania: "Frenar el crecimiento generalizado del gasto en el presupuesto de la Comunidad". Para Waigel, una estrategia de "maximizar los retornos" sólo puede tenerse en cuenta en segundo lugar, "porque primero tienen que ser puestos a disposición los medios financieros para las medidas de la UE y los mecanismos de reparto no pueden ser modificados de forma decisiva a favor de Alemania por razones políticas.

A medio plazo, para el periodo en tomo a 1999, escribe Waigel, está pendiente una reordenación de las finanzas comunitarias, según una resolución del Consejo Europeo de Madrid. Comunica Waigel a Kohl que el Ministerio de Hacienda alemán trabaja en las líneas directrices de un -concepto propio, que se presentará a la aprobación de las diferentes carteras ministeriales. Esa concepción, anuncia el ministro, tendrá en consideración "por un lado las consecuencias presupuestarias de la ampliación de la Comunidad, pero también deberá tener en cuenta las realidades económicas y las obligaciones de consolidación financiera de casi todos los miembros de la UE".

Según Waigel, "un sistema de limitación para los excesivas transferencias netas se necesita no sólo por los aspectos del presupuesto, sino también por motivos de la aceptación de la política europea". El ministro concluye su carta con la petición de apoyo: "Le agradecería que me apoyara en la reordenación del futuro sistema de financiación de la Comunidad, que tenga en cuenta tanto nuestros intereses nacionales, coito los europeos".

Se despide Waigel con "amistosos saludos", tras la advertencia, de que ha enviado una copia de la carta a todo el Gabinete.

Los agujeros presupuestarios ponen en peligro la coalición e Gobierno alemán entre democristianos y liberales

La carta de Waigel a Kohl, dos folios más otros dos con gráficos, lleva fecha del pasado 15 de octubre. El ministro alemán de Hacienda vivía esos días en un estado de crisis permanente por los agujeros presupuestarios, que surgen por doquier y amenazan incluso con dar al traste con la coalición de gobierno en Bonn entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP). Waigel escribió la carta a Kohl enmedio de una semana en la que nuevos agujeros, presupuestarios enfrentaron a los socios de coalición en la crisis más grave que ha sufrido el gobierno de Kohl en la actual legislatura.La necesidad de financiar un nuevo hueco presupuestario de 6.000 millones de marcos (medio billón de pesetas) en el presupuesto de 1997 hizo que Waigel tratara de elevar el impuesto sobre combustibles. Los liberales, (FDP) se negaron en redondo y pretendían tapar el agujero a base de mayores recortes sociales. El FDP ha conseguido,.? revivir gracias a que se presentaron ante el electorado como el partido que baja los impuestos. La crisis se solucionó de forma salomónica: Waigel deberá recortar el gasto en 3.000 millones de marcos (un cuarto de billón de pesetas) y la otra mitad se conseguirá a base de aplazar un año la rebaja de la contribución de solidaridad, impuesto especial complementario para financiar la reunificación alemana. Esta rebaja estaba prevista para el próximo 1 de enero. Los liberales (FDP), paladines de esa rebaja prometida al electorado, quedaron con las posaderas al aire y ver a sus tres máximos dirigentes con sus caras reflejadas -en la portada del dominical Bild am Sonntag bajo ellítulo "Los estafadores de Bonn".

La coalición de Bonn, y sobre todo el ministro de Hacienda Waigel (CSU), se encuentran en un callejón sin salida. Los continuos agujeros y socavones presupuestarios no pueden financiarse con déficit o endeudamiento público, porque Alemania no cumpliría en 1998 los criterios de convergencia de Maastricht. Tampoco puede el Gobierno recurrir a subidas de impuestos, porque el FDP sólo justifica su existencia como partido que rebaja la presión fiscal. Una subida de impuestos podría dejar, al FDP en las elecciones de 1998 por debajo del 5 % y fuera del Parlamento -Federal (Bundestag). Un nuevo paquete de recortes sociales parece inviable, a, no ser que se corra el riesgo de acabar de verdad con el modelo de paz social imperante durante décadas en Alemania. Los minirecortes del primer paquete ya han sacado a las barricadas a decenas de miles de-trabajadores y puesto en pie de guerra a los traicionalmente dóciles sindicatos alemanes. Otra vuelta de tuerca parece por eso descartada y el actual Gobierno de centro derecha no conseguiría aplicarla.

En este contexto se produce la carta de Waigel a Kohl, de la que se desprende que el ministro de Hacienda alemán está dispuesto a cortar por lo sano con la aportación neta de Alemania a la UE.

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