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La Comisión Europea aplaza cualquier sanción a España hasta conocer la evolución del déficit hasta octubre

Xavier Vidal-Folch

XAVIER VIDAL-FOLCH. La Comisión Europea ha, aplazado la decisión sobre una eventual sanción contra España en el Fondo de Cohesión hasta después de conocer la ejecución del presupuesto español en los 10 primeros meses de este año. El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, ha garantizado al presidente del Gobierno, José María Aznar, que el asunto "está encauzado" y que su desenlace consistirá, en el peor de los casos, en una "reconvención" de Bruselas al Ejecutivo.

Bruselas emitirá oficialmente su veredicto sobre la atribución del llamado agujero presupuestario de 721.000 millones de pesetas al ejercicio de 1995 (como pretende el Gobierno, lo que aumentaría el déficit de ese año del 5,8% al 6,6% del PIB); y su eventual impacto sancionador en relación a la parte aún no dispuesta este año del Fondo de Cohesión (400 millones de ecus, 64.000 millones de pesetas) sólo después de contar con cifras seguras sobre el déficit presupuestario de los 10 primeros meses del año en curso. La Comisión hará primero públicas esas cifras de ejecución presupuestaria y su consiguiente previsión para el cierre de 1996, dentro de las Previsiones económicas de otoño, que deberían publicarse en torno al próximo día 6 de noviembre. Sólo hacia mitad de mes, pondrá en marcha el eventual ejercicio de su competencia sancionadora.

Gastos imprevistos

¿Por qué ese aplazamiento? Aunque el cierre de septiembre indicaba que el déficit se encuadraba "dentro de la senda" del compromiso del 4,4% anual, los expertos comunitarios no quieren pillarse los dedos, conscientes de que los últimos meses del año suelen ir cargados de gastos imprevistos o diferidos.Pero el plazo se debe sobre todo a una razón política. El argumento español de que sería contradictorio castigar por el déficit excesivo pasado si éste se ha reabsorbido este año ha causado mella. Hasta tal punto que Rato ha dado un paso más en sus seguridades. Hasta ahora sólo ha dicho públicamente que la Comisión aceptaba la entera imputación del presunto desbalance al ejercicio de 1995. Con ello Bruselas "no avala políticamente" el criterio del Gobierno en su pugna con la oposición sobre el llamado agujero, indican altos funcionarios del Ejecutivo comunitario. Pero sí reconoce que "en el caso de que la imputación sea compatible con las reglas comunitarias", la autoridad nacional "dispone de margen de maniobra para hacer la atribución".

Rato ha dado garantías esta misma semana a Aznar de que el asunto "está encauzado", según ha sabido este diario de fuentes gubernamentales. Excluye completamente una multa o una suspensión pública del Fondo de Cohesión que enturbiase la favorable opinión de los mercados sobre la trayectoria económica española. Lo que puede esperarse en el peor de los casos es una "reconvención" de la Comisión, asegura.

No hay sobre ello un acuerdo escrito, porque la potestad sancionadora es de estricta competencia de la Comisión. Pero sí existe un terreno de encuentro tácito o un acuerdo oficioso -llámesele como se quiera-, a ratificar en la práctica cuando se ultimen los cálculos numéricos de manera que no den lugar a sorpresas. Se ratificarán en la práctica, si nada se tuerce, pues no hay previstas nuevas reuniones negociadoras.

Por otra parte, el Parlamento Europeo aprobará mañana, casi con absoluta seguridad, un primer recorte de fondos estructurales, según informa Walter Oppenheimer desde Estrasburgo.

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