Cascos califica de "déficit histórico" el índice de lectura español

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, no ahorró ayer énfasis a la hora de describir uno de los aspectos vertebrales de la actividad cultural española: "Nuestro índice de lectura supone un déficit histórico y una anomalía". No concretó, sin embargo, más allá de vagas alusiones, qué medidas tomaría el Gobierno para intentar corregir ese perseverante desdén del español hacia el libro. El vicepresidente inauguró ayer en Barcelona el Salón Internacional del Libro, Liber 96, que este año será por vez primera sede del Salón Internacional del Libro Latinoamericano (SILAR).Cascos empezó por citar a Borges y dijo ser uno de aquéllos que "hemos imaginado el paraíso bajo la especie de una biblioteca". Luego siguió en parecido tono: "La cultura del libro perdurará como lo más hondo de nuestra. vida". Fue después de eso cuando se refirió al déficit histórico. Pero sus soluciones no fueron excesivamente explícitas: "Hay que ir mas allá de campañas efímeras. Hay que empezar desde abajo, desde la educación. Seguramente habrá que intensificar la red de bibliotecas públicas". Por supuesto, calificó de óptima la disposición del Gobierno para la mejora inmediata de las cosas: "Contribuiremos a la modernización de nuestro sistema editorial, para que así los empresarios editoriales logren abrir mercados y fronteras". Para finalizar, y tras calificar a España de "potencia cultural", afirmó: "Los libros hacen libre a quien los quiere". Y eso fue todo por su parte. Luego, Álvarez Cascos cortó un simbólico trozo de cinta, azul, dio el certamen por inaugurado y realizó una detenida visita a las instalaciones, situadas en el Palacio Ferial de Montjuic.

Polémica

Liber 96 se abrió con la presencia del vicepresidente del Gobierno, pero también con polémica. Este año los organizadores han decidido que los dos últimos dias el salón esté abierto al público, sin mayores restricciones y que, además, puedan venderse libros. Los libreros han puesto el grito en el cielo y no estuvieron presentes en la inauguración ni prevén estar tampoco en ninguno de los otros actos oficiales que se avecinan. Según el secretario técnico del Gremio de Libreros de Barcelona, Santi Ruiz, "la utilización de una feria de carácter profesional para efectuar una venta directa al público, al margen del canal comercial, es una fea competencia que nos hacen los editores."Los editores, por boca del presidente de su gremio, Pere Vicens, lo habían justificado así: "Liber tiene este año una nueva proyección ciudadana y ésa es la causa de que no hayamos reservado el espacio sólo a los profesionales". Los organizadores calificaron de "incidencia simbólica" la que pueda tener la iniciativa sobre la venta en librerías y se mostraron dispuestos a perseverar en la iniciativa.