Tormenta en Valencia y éxodo en Tarragona

IGNASI SOLER, Para la Generalitat, el comienzo del curso ha sido en Valencia de "absoluta normalidad". Para los sindicatos, un "caos organizativo" inundado de "precariedad de infraestructuras". Lo cierto es que el jueves, día del comienzo del curso en esta comunidad, más de un millar de niños de La Vall d'Albaida y 1.400 de Carcaixent, en La Ribera Alta, comenzaron el curso manifestándose contra el mapa escolar o contra las deficientes condiciones de sus aulas, a causa del retraso en la ejecución de obras. Tres colegios de Alicante y otros de L'Alcora y Vila-real (Castellón) no comenzaron las clases por obras y en algunos centros reinó cierta confusión por la organización del primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Todo ello, sin contar con el agravante de las lluvias, a causa de las cuales i1o pudieron llegar al colegio otros miles de niños.La protesta contra el nuevo mapa escolar provocó que más de 500 escolares de Terrateig, Montixelvo, Aielo de Rugat, Salem, Ráfol de Salem, Beniatjar, Otos y Castelló de Rugat no entraran a clase. Las aulas quedaron vacías mientras los padres y alumnos se concentraban a las puertas de los colegios para exigir a la Generalitat la implantación en Castelló de Rugat de un instituto de secundaria. En este municipio, los padres cerraron con cadenas las puertas del colegio para evitar el acceso a las instalaciones.

De Cataluña a Aragón

Los mayores problemas del presente curso los sigue acaparando, en general, la introducción de la nueva secundaria. Sólo en Andalucía la adaptación de aulas ha costado este años 15.200 millones de pesetas y en Tarragona el conflicto se recrudeció ayer de forma importante. Los niños de 12 años de cuatro pueblos pertenecientes a la comarca de la Terra Alta -Arnes, Batea, Horta de Sant Joan y El Pinell de Brai- no empezarán el curso la semana próxima.

Además, los padres de una de estas localidades, Horta de Sant Joan, tienen decidido ya llevar a sus hijos a estudiar la ESO a la población Valderrobles (Teruel), mientras no se arregle la carretera de Gandesa donde está el único instituto de secundaria de la comarca, a una distancia de unos veinte kilómetros. La decisión plantea un problema lingüístico y político al matricularse alumnos catalanes en la comunidad de Aragón, donde serán escolarizados exclusivamente en castellano.

La Asociación de Padres de Alumnos (APA) de Horta emitió ayer un comunicado afirmando que ante la "total indiferencia" del Departamento de Enseñanza consideran que viven en "un territorio que se ve marginado por su administración" y, consecuentemente, tienen que ir "a buscar la solución de sus problemas a Aragón". Anteanoche, responsables de Educación de la Generalitat rechazaron rotundamente las reclamaciones de los pueblos.