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OPERACIÓN BÉLICA EN EL GOLFO

Estados Unidos, aprueba una acción militar limitada contra Bagdad al norte de Irak

El Gobierno de Estados Unidos convenció ayer a aliados europeos y árabes de que una crisis como la provocada el pasado fin de semana por Sadam Hussein no puede quedar sin respuesta militar, política y económica. En Washington se consideraba anoche inminente una acción militar limitada sobre objetivos iraquíes situados en la zona norte del país, las fuerzas que el sábado pasado intervinieron en las disputas entre las facciones kurdas y tomaron la ciudad de Arbil. Bombarderos B-52 norteamericanos partieron ayer con destino desconocido de a base de Guam, aunque todo parecía indicar que se dirigían hacia el Golfo Pérsico para actuar contra Sadam Husein.

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La sensación de ataque inmediato aumentó después de que el portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry, dijera en Milwaukee que los servicios de inteligencia militar habían detectado movimientos de tropas iraquíes "penetrando más profundamente" en dirección norte. Previamente, McCurry había señalado que, en opinión de EE UU, el comunicado del Gobierno de Bagdad que anunciaba la retirada de la Guardia Republicana no era significativo, aunque se hubiera registrado algún movimiento de repliegue. En todo caso, señaló McCurry, "nuestro interés es que Sadam Hussein no crea que puede mantener comportamientos injustificables sin pagar por ello".Otra de las razones que la Casa Blanca esgrimió para vencer las posibles reticencias a una intervención militar fueron las, noticias sobre la ejecución por parte de soldados de la Guardia Republicana de líderes de facciones kurdas enemigas de Bagdad. Mike McCurry, sin aportar más detalles, señaló que tenía "razones para creer" que se habían cometido las ejecuciones y que la artillería iraquí, como denunció el domingo la Unión Patriótica del Kurdistán, había lanzado sus proyectiles contra la. población civil de Arbil y de Sulaymaniyah

Sanciones económicas

En el frente económico, la decisión más señalada es el aplazamiento indefinido de la puesta en marcha del plan de venta del petróleo iraquí, previsto para mediados de diciembre. El secretario general de la ONU, Butros ButrosGali, justificó la paralización del plan por razones de seguridad de los funcionarios que tenían que desplazarse a Irak. No había muchas dudas, por otra parte, sobre el resultado de la reunión que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dedica cada dos meses para revisar las sanciones sobre las sanciones económicas contra Irak. No se descartaba que el Consejo ampliara el debate, en vista de la actual crisis, y barajara otras medidas de presión, aunque las cosas no están tan claras en esta ocasión.A la vista de las dificultades que hay para llegar a un consenso sobre las interpretaciones de la resolución 688 que justifique una eventual intervención, es posible que EE UU se conforme con una nueva condena en términos generales. El texto de la 688, aprobado en abril de 1991 para proteger a las minorías en Irak, no limita la presencia de tropas iraquíes al norte del paralelo 36 o al sur del 32 y excluye específicamente el uso de fuerza para aplicar la resolución. En ella se recomienda que se ayude a las minorías frente a la amenaza del Gobierno central iraquí, pero, no se sanciona la partición del país ni se estimulan los movimientos separatistas.

Mientras tanto, el candidato republicano, Bob Dole, despreciando la habitual sintonía en política exterior en un momento de tensión, ha preferido hacer campaña electoral durante el fin de semana con la crisis kurda. Dole reiteró en varios mítines que lo ocurrido demuestra que existe "un fallo de liderazgo americano".

Ayer, cuando parecía inminente la intervención, Dole pareció más reservado y señaló confusamente sin querer hacer declaraciones, que él no decidiría una intervención militar, pero que todo comentario era prematuro. En sus mítines de ayer, Clinton no respondió a Dole ni hizo mención de la crisis. Mike McCurry, portavoz de la Casa Blanca, sí llamó la atención al candidato republicano sobre la necesidad de que EE UU hable con una sola voz en situaciones que incluyan crisis en el exterior.

El presidente Clinton combina la campaña electoral con el seguimiento de la crisis. Además de recibir información personal de Anthony Lake en Little Rock (Arkansas) -el consejero de Seguridad viajó de forma imprevista con mapas y gráficos- Clinton, que esta madrugada se trasladó a Washington en el avión presiden cial A ir Force One, mantiene con tactos con dirigentes europeos y árabes y envía representantes a la zona. El general Shalikashvili, jefe de Estado Mayor, y Robert Pelletreau, asesor del secretario de Es tado, llevan a cabo una gira re lámpago que incluye Turquía, Jordania, Egipto y Arabia Saudí.

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