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La reforma del mercado de frutas y hortalizas en la UE limita las ayudas a 80.000 millones de pesetas

Tras meses de negociaciones, la reforma de la agricultura mediterránea europea dejará en manos de las organizaciones de productores 80.000 millones de pesetas en el mejor de los casos. Una brizna en el inmenso pajar de la ultrasubvencionada agricultura continental. España ha salido malparada del acuerdo alcanzado en la madrugada de ayer en Bruselas por los Quince: apenas se ha ampliado la lista de frutas y hortalizas con derecho a subvención por retirada, se ponen drásticos límites a los fondos que se destinan a esta función, las ayudas al espárrago y la avellana son testimoniales y no se ha ampliado ni la cuota lechera ni las primas al vacuno. Este, acuerdo fue duramente criticado ayer por el sector agrario español.

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Rechazo general de las organizaciones agrarias

La fogosa ministra española de Agricultura, Loyola de Palacio, recibió en la madrugada del martes al miércoles una dolorosa lección de pragmatismo comunitario. Sus radicales declaraciones previas toparon con la cruda realidad de que las alianzas son efímeras y los enfrentamientos con la Comisión Europea, se acaban pagando.Con el frágil apoyo de Portugal y Francia y el lejano respaldo de Italia, España renunció a muchas reivindicaciones y dio su voto favorable a una reforma de la organización común de mercados (OCM) de frutas y hortalizas que para la agricultura española tiene un sólo factor positivo: su propia existencia.Distanciamiento de Francia

A pesar de que Francia se había: alineado con las peticiones españolas en la fase final de las negociaciones, distanció su posición a última hora al conseguir de Bruselas más ayudas para el sector de la manzana.

En total, toda la agricultura mediterránea europea dispondrá de unos fondos de 1.500 millones de ecus (750 para productos frescos y 750 para transformados). De esa cantidad, 500 millones de ecus (unos 80.000 millones de pesetas) corresponden a la nueva OCM. La antigua organización común de mercados ya disponía de 350 millones de ecus. Estos nuevos fondos comunitarios, sin embargo, no estarán disponibles antes de que la reforma aprobada ayer haya cuajado y se haya formado ya un número suficiente de organizaciones de productores, algo que no ocurrirá antes de tres o cuatro años.

La filosofía de la reforma consiste en no incentivar la producción de productos que se destinarán luego a su retirada para cobrar subvenciones. Como al ternativa se propone que los fondos de ayuda se gasten en acciones de modernización del sector. Pero las cifras. aprobadas para subvencionar la retirada de frutas y hortalizas tiene numerosos corsés y discrimina a la agricultura mediterránea frente a las in gentes subvenciones que reciben los productos del norte.

Loyola de Palacio, tras rechazar rotundamente la propuesta de acuerdo de la Comisión y la presidencia irlandesa, dio su voto a favor y consideró suficientes las mejoras introducid as tras dos largos días de consejo que cerraban meses del negociaciones.

Estos son los principales puntos del acuerdo en la reforma de frutas y hortalizas y los precios para la campaña próxima:

Fondos de productores. Serán financiados al 50% por Bruselas (no al 100% como en el norte de Europa) y por los propios productores. Se permite a los Estados otorgar una subvención equivalente a la mitad de la aportación de los agricultores, con lo que se renacionaliza la política agrícola europea.

Fondos de operaciones. Cada sector podrá destinar sólo un 4% (4,5% a partir de 1999) de su facturación a subvencionar precios de retirada (los agricultores pedían un 15% y el anterior Gobierno un 8%). Se establece un tope (que no existe en la agricultura continental) de forma que el total de subvenciones a la retirada no pueden superar el 2% (el 2,5% desde 1999) de la facturación total de las organizaciones de productores.

Lista de productos. Sólo el melón (y la sandía a petición de Grecia) se suman a la lista de productos con derecho a subvención por retirada. La ayuda aprobada para el melón es tan sólo de 6,6 pesetas por kilo y con las reducciones escalonadas previstas para este producto, al cabo de los cinco años esta subvención habrá desaparecido. España quería añadir además la fresa ("irrenunciable, según Loyola de Palacio), lechuga, cebolla, pimiento, calabacín y pepino. Tampoco se ha incluido en la citada lista el albaricoque para transformación.

Cuota láctea. La ampliación de la cuota española se deja para más adelante.

Primas al vacuno. La ampliación de la cuota española se deja para más adelante. España tiene 550.000, primas, necesita 100.000 más para cubrir sus necesidades en 1997 y tendría 835.000 si se le aplicara la media europea. Es uno de los principales fracasos de la negociación de estos días.

Avellana. Ayuda de 150 ecus por tonelada. No se aclara si es por avellana pelada o con cáscara. Si es con cáscara no es un mal resultado porque se traduce en 600 ecus por tonelada de avellana pelada. El sector pedía 1.200 ecus (con lo que se igualarían los precios con la, avellana turca).

Espárrago. Ayuda durante un año de 500 ecus por hectárea. Equivale a 15 pesetas por kilo cuando la diferencia actual es de 300 pesetas por kilo con el espárrago chino y 200 con el peruano.

Viñedos. El arranque es voluntario y cada país podrá decidir en qué zonas. En España será de un máximo de 13.000 hectáreas y se podrán plantar 3.615 hectáreas nuevas.

Barbecho. El único éxito considerable: no se aplicarán sanciones por exceso de plantación en la próxima campaña. La reducción de tierras aprobada para herbáceos es del 5%, aceptable para España.

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