Jorge Edwards: "La literatura debe volver a ser marginal para sobrevivir"

El escritor y diplomático chileno Jorge Edwards inauguró ayer en El Escorial un curso sobre nueva narrativa en castellano. Edwards añoró los tiempos en que él se convirtió en escritor para hacer un paralelismo entre los que empiezan hoy y los que comenzaron entonces. El escritor propone que la literatura recupere su posición "marginal" para sobrevivir al combate que mantiene con los medios de comunicación."Hoy", sostiene Edwards a sus 65 años, "los jóvenes quieren convertirse en escritores de éxito inmediatamente. Quieren ser cómo García Márquez, hacer best-sellers para lectores a los que no conocen", dice; "nosotros nos, conformábamos con 50 lectores, pero nuestra relación con ellos, era directa, veíamos sus caras".

El curso, en el que participarán durante toda, la semana jóvenes autores españoles y latinoamericanos, lleva por título Nue-va narrativa en castellano, ¿relevo o ruptura? Jorge Edwards, que vive en París, donde es embajador de Chile ante la Unesco, hizo un recorrido por el mundo literario de su país en los años cincuenta y sesenta, un mundo marginal poblado de personajes excéntricos. "Era un mundo de grandes mitos y de guerrilla literaria en el que estaban los partidarios de Neruda por un lado y los de Vicente Huidobro por otro", recuerda el autor de Persona non grata. "Aquélla era una gente con grandes ambiciones literarias a la que una mala crítica podía volver loca", asegura.

La crítica de entonces también era gran "provocadora de lecturas", sostiene Edwards; "ahora, la mayoría sirve los intereses de las editoriales". El escritor tomó como base una teoría del prestigioso crítico literario George Steiner para llegar a una conclusión sobre la que, según él, "hay que reflexionar". Steiner dice que la novela y la poesía han terminado y que la creatividad hoy día se da en los medios de comunicación de masas. Contra esa creatividad es imposible competir, porque no existen talentos como los del siglo XIX. Hoy, éstos se dedican a la técnica, no a la literatura.

Pero, frente a esta visión, Edwards ve una solución. "Que la literatura. vuelva a ser un fenómeno marginal, que cree su propio mundo y su propia dinámica al margen de los medios de comunicación de masas, que no trate de competir con ellos, porque siempre saldrá perdiendo".

"Sólo así, desde una minoría que recupere la literatura basada en acontecimientos como el de la adicción a la lectura, la fascinación por lo que se descubre en los libros, no habrá nada que temer de los medios de comunicación y sólo así se recuperará la edición esencialmente literaria y la crítica independiente", espera.